López Obrador decía que no le interesaba la política exterior porque no le daba votos, ya que entre sus bases los temas internacionales no son importantes. En cambio, una política exterior sólida e integral –que atienda tanto los nuevos retos diplomáticos como los comerciales– será un elemento central para el éxito del gobierno de Claudia Sheinbaum para estructurar la relación con Donald Trump, posicionarnos dentro del cada vez más fragmentado régimen mundial, hacer nuevamente atractivo al país ante los ojos de los inversionistas y empezar a recuperar algunos de los espacios de influencia que perdimos durante los últimos seis años. Por todo esto, es que la participación de la presidenta en la Cumbre del G20 la próxima semana en Brasil es tan importante.
La cumbre de Río de Janeiro no es una reunión Norte-Sur. El G20 está compuesto por las 19 economías más importantes del mundo, la Unión Europea y la Unión Africana, que representan alrededor del 85 por ciento del PIB mundial, el 75 por ciento del comercio internacional y el 56 por ciento de la población total. Sus miembros incluyen a los países del G7 y a los BRICS y para la cumbre anual de líderes se invita a otras naciones consideradas estratégicas –como Emiratos Árabes Unidos, España, Noruega, Portugal y Singapur– así como a los directores generales de los principales órganos internacionales, entre ellos, la ONU, OMC, Banco Mundial y FMI, lo que permite acercamientos con los personajes más influyentes. Esta será la primera vez que asista el presidente mexicano desde la reunión del 2018.
A lo largo del año se realizan reuniones de los ministros de finanzas, comercio, salud, energía y medio ambiente y de los directores generales de los bancos centrales de los países miembros para elaborar la agenda que discutirán los líderes y se genera un comunicado final con las conclusiones y acuerdos del que es considerado el grupo de naciones más influyente para la cooperación y el desarrollo internacional. Este año hay siete grandes temas: i) inclusión social y combate al hambre, ii) transición energética, iii) reforma de las instituciones de gobierno global, iv) aumento de la temperatura en el mundo, v) economía digital, vi) la guerra en Gaza y vii) la creciente confrontación entre los nuevos bloques. En las reuniones de los ministros de comercio, finanzas y de los directores de los bancos centrales se acordaron varias secciones para incluirlas en el comunicado final que deben ser aprobadas en las plenarias.
Los líderes de cada país son invitados a participar en compañía de su canciller y de algún otro de los principales miembros del gabinete, como el secretario de comercio o de finanzas. Todos han confirmado su asistencia, excepto Putin, ante la incertidumbre mundial que ha generado el cambio de gobierno en Estados Unidos, sobre todo que Trump ha demostrado un profundo desprecio por los organismos internacionales. Existe una enorme expectación por lo que digan a puerta cerrada Biden, Xi Jinping y Macron, y las iniciativas que propongan, que tendrán un efecto importante en el 2025. A estas reuniones no se permite la entrada de ningún ministro, aun cuando vaya en representación de algún presidente.
La cumbre de este año será la despedida de los foros internacionales de Biden y seguramente del premier canadiense Justin Trudeau. Pero será también un evento que permitirá a empresarios y funcionarios de todo el mundo determinar la seriedad y compromiso de Sheinbaum con el orden internacional, con sus instituciones y con las promesas que ha hecho para atraer nuevos capitales a México. Es una excelente oportunidad para saludar a Pedro Sánchez y detener el deterioro en la relación bilateral con España. Es una oportunidad inmejorable para empezar a posicionar a la presidenta como una estadista a nivel internacional y no sólo como líder de un partido político.
Resulta difícil entender, tanto por su seguridad como por el tiempo que perderá, que Sheinbaum viaje en vuelos comerciales –con escalas– cuando será esencial su presencia y activa participación durante los dos días de la cumbre. Más aún cuando Canadá, China, Corea del Sur, Francia, India, Indonesia, Japón y Reino Unido han solicitado formalmente entrevistarse con ella. El gobierno que decretó la austeridad republicana no tuvo empacho en duplicar el presupuesto de muchos proyectos del sexenio pasado. Entonces, si no quiere rentar un avión ejecutivo para la comitiva presidencial, ¿por qué no pide prestado uno a alguno de los miembros del Consejo Asesor Empresarial?