Muchas empresas aún no dimensionan la magnitud del desafío que enfrentarán en 2025 por las reformas laborales que incluyen una jornada semanal más corta, aguinaldos incrementados y un salario mínimo recalibrado, entre otras posibles, y que no son ajustes menores, dijo Maya Dadoo, CEO y fundadora de Worky.
Indicó que dichos retos combinados con un entorno económico volátil y una competencia sin precedentes por el talento, esas transformaciones pondrán a prueba no solo la capacidad operativa de las organizaciones, sino su propia sostenibilidad, advirtió la líder de la empresa mexicana de software integrado para Recursos Humanos y nóminas.
Aseguró que dada la magnitud de los cambios esperados en 2025, Recursos Humanos ya no puede ser visto como un área de soporte.
“Las empresas que no adopten un enfoque estratégico y analítico hacia la gestión del capital humano enfrentarán riesgos que podrían comprometer su futuro. El tiempo para reaccionar es ahora”, afirmó Dadoo.
En un reciente estudio, Worky identificó tres grandes categorías de gestión entre las empresas participantes: Tradicionalistas, Progresistas y Transformativos.
Estos segmentos, aunque similares en sus funciones centrales, difieren radicalmente en cuanto a su capacidad de enfrentar los retos del próximo año, agregó.
Indicó que los líderes tradicionales de Recursos Humanos, aunque cumplidores, operan en un marco que privilegia la estabilidad por encima de la innovación, son dependientes de procesos manuales y sistemas obsoletos, y su función es la administración básica, por lo que necesita acelerar su evolución.
Para el segmento de los Progresivos, la modernización ya es parte de su cultura, y han comenzado a integrar sistemas digitales y herramientas de analítica para mejorar procesos y tomar decisiones, cuyo desafío radica en elevar su liderazgo dentro de los procesos centrales y estrategias de negocio.El segmento de los Transformativos es el más avanzado.
Consta de empresas que proactivamente estarán preparándose para anticipar y gestionar cambios, posicionándose dentro del equipo de liderazgo, por lo que está en la mejor posición para enfrentar los desafíos de 2025.
Dadoo dijo que algunos de los imperativos para el 2025 son priorizar decisiones que impacten al negocio, es decir, traducir el impacto del desempeño del capital humano en cifras financieras.
Asimismo, impulsar una cultura organizacional saludable recordando que el entorno actual exige un cumplimiento con el bienestar y la inclusión, y también está la adaptación proactiva, la cual requiere de utilizar las reformas regulatorias como un motor para la innovación y la competitividad.