Estamos entre cuatro de las prioridades de Trump: migración, aranceles, terrorismo y emergencia de seguridad nacional. Firmó más de 100 órdenes ejecutivas y con ello quiere demostrar que él manda, que cumple sus compromisos, que tiene una gran fuerza y un liderazgo internacional. EU no necesita a nadie, otros lo necesitan. Salió del Acuerdo de París y de la OMS. Es la época dorada la que va a construir en EU.
Sin embargo, hay varios aspectos por analizar. Muchos de sus propósitos van contra la Constitución, como el negar la nacionalidad americana a quienes nacen en su territorio. El ser no binario en el género va contra leyes ya aplicadas, y no puede ser retroactivo y afectar derechos. Aplicar aranceles ya no es solo una decisión comercial, busca fondear el déficit del gasto con estas medidas, pero impactará en inflación interna. Los mercados pueden reaccionar negativamente. Nadie desea una guerra comercial, pues es el antecedente de una guerra mundial de gran alcance. Las elecciones de 2027 pueden revertirse, si la economía empeora para el consumidor.
No utilizó la Ley Patriota para atacar a los cárteles mexicanos. Usó la lista de Organizaciones Terroristas Extranjeras, que no afecta directamente a los americanos que colaboran con venta de armas y lavado de dinero. Se enfoca más en un tema militar. Es una medida unilateral, que de aplicarse tendría serias repercusiones en la relación bilateral. De ahí que como ya señaló su secretario de Estado, Marco Rubio, lo ideal es lograr la cooperación y el recurso de la fuerza es solo si fracasa este enfoque. Pero ya amenazó y cumplió con sus electores.
La presidenta Sheinbaum ya expresó su desacuerdo con el establecimiento de “Quédate en México”, que AMLO negoció en su momento. Se niega a decisiones unilaterales y ha sido firme al expresarlo. Solo aceptaría repatriar a sus países a deportados, pero no sería el tercer país para recibir a quienes realizan trámites de inmigración.
Por lo que se refiere a los aranceles, Trump dijo que entrarán en vigor el 1 de febrero, pues aún se estudia a qué productos se les aplicarán. Por su parte, el gobierno de México también estudia cómo responder con sus aranceles. Todo esto, de cara a la revisión del T-MEC que, en principio, no acepta la imposición unilateral de aranceles sin justificación de violar el acuerdo. Pero, Trump lo utiliza con dos fines, el recaudatorio, que es difícil de medir, y el de negociación comercial. Busca aranceles con otros países, y van a responder igual. Acabó la época del libre comercio, estamos ante el nacionalismo y quizá, como ya apunté en artículo pasado, en el nuevo proteccionismo.
Como expliqué, vamos a una nueva geopolítica que cambiará el mundo que conocimos, con más riesgos, más tensiones, más incertidumbre. El comercio seguirá la nueva ruta y se trabajará más con base en demanda de productos que dé libre comercio y tarifas. Los líderes autoritarios son los que encabezan esta nueva era: Putin, Trump, Xi Jinping, Netanyahu, Milei, Bukele, Maduro, en fin, no hay liderazgos con visión de futuro, prevalece el interés específico de cada país.
En cuanto a migrantes, la primera ciudad que sufrirá los embates de ICE será Chicago, con una mayoría de mexicanos radicados, muchos por más de 30 años, que no han logrado legalizar su estatus migratorio, pero cuyos hijos y negocios están en la ciudad. Deportar a la familia entera, con hijos norteamericanos, es una clara violación de los derechos humanos, lo cual no preocupa a Trump, ni a Homan, en un afán propagandístico de grandes dimensiones. Eres delincuente por multas de tránsito o temas menores, pero contará como antecedente criminal. Por lo pronto, Los Ángeles sale de la prioridad por los incendios que lo han devastado.
Para reconstruir a la ciudad se necesitará a miles de trabajadores y no hay suficiente mano de obra, así que la migración es una alternativa, que el gobierno estatal y municipal están estudiando. Por lo pronto, habrá protección contra deportaciones. Así pues, el ICE se perfila sobre San Diego, más pequeño, pero también con muchos migrantes, principalmente mexicanos. Las redadas serán, sin duda, espectaculares y se llevarán a todo el que parezca latino, sea o no ciudadano. El espectáculo que Trump quiere montar va a ser en grande, con Fox News a la cabeza de la cobertura.
Por último, se planea militarizar la frontera para frenar migración, cuando ya hemos visto que si bien los cruces continúan pese al muro, y por el Río Bravo, hay otras opciones como los túneles, uno recién descubierto, los barcos, el transporte de carga, los aeroplanos de vuelo bajo, los contratos de trabajo legales, el pase como turista para quedarse, los matrimonios binacionales, en fin. Militarizar solo generará violencia, pero no frenará la migración, la hará más riesgosa.
Es previsible que se registren excesos en el uso de la fuerza, e incluso asesinatos, porque la milicia está preparada para la guerra, no para controlar migrantes, y Trump hace de la migración un delito grave, que genera odio y discriminación. Esto facilita los incidentes. Y atenúa las penas.
Y que podemos decir de Trump, el primer presidente convicto por delitos que ocupa la Casa Blanca. Y desde luego otorga el perdón a quienes él incitó a frenar el “fraude electoral” cuando perdió la elección. Hoy solo tiene en su gabinete a quienes sabe que seguirán sus indicaciones, legales o no. Rechaza más Mike Pence en su equipo. Por eso es peligroso. No sabe cómo actuar, lo hace por ocurrencias populistas, no escucha, no atiende y no le importan las personas, tampoco los países o el mundo. Reclama un liderazgo y una fortaleza de las que carece, pero la soberbia le acompaña. Y los votos lo respaldan.
Así pues, se inicia una nueva era para México y para el mundo.