El congreso mexicano aprobó en diciembre una de las reformas más agresivas a nivel mundial. Esta iniciativa reconoce los derechos laborales y garantiza el acceso a la seguridad social para repartidores y conductores de aplicaciones como Uber, Rappi y Didi.
La presidenta Claudia Sheinbaum había anunciado esta propuesta meses atrás, incluso había mencionado el tema como una de sus metas a corto plazo en su discurso de toma de protesta. Dada la mayoría de Morena en el Congreso, la reforma fue aprobada sin contratiempos.
La reforma establece que los repartidores o conductores de las aplicaciones que ganen un salario mínimo mensual de 7 mil 468 pesos deben de ser considerados trabajadores de estas empresas y recibir todas las prestaciones de la ley, independientemente del tiempo efectivo que trabajen. Aquellos que no lleguen a ganar un salario mínimo serán considerados trabajadores independientes y podrán recibir algunas prestaciones, como seguro contra accidentes.
Los trabajadores también podrán formar sindicatos y participar en el reparto de utilidades de las compañías si un trabajador llega a laborar más de 288 horas al año.
Se estima que alrededor de 658 mil personas trabajan para plataformas digitales en México, por lo que el efecto de pagar todas las prestaciones y repartir utilidades no será menor para las compañías.
La reforma ya se publicó en el Diario Oficial de la Federación, pero hay un periodo de 180 días para que entre en vigor. Las compañías esperan que en este periodo haya más claridad con respecto a los regímenes que se tienen que modificar ante el SAT, el IMSS y el Infonavit, para poder calcular el efecto real de la ley en sus ingresos y operaciones. Como bien dicen, el diablo estará en los detalles.
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