Mientras Donald Trump intenta demandar a la ciudad de Chicago por dificultar las tareas de deportación de migrantes, legisladores republicanos en Misuri y Misisipi proponen una iniciativa para recompensar con efectivo a los ciudadanos que denuncien a migrantes indocumentados.
La iniciativa presentada por el legislador republicano Justin Keen, de Misisipi, contempla una recompensa de mil dólares para toda persona que proporcione información al Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos (ICE) que facilite la captura de migrantes ilegales.
Estas propuestas han generado preocupación por posibles incrementos en actos racistas y discriminatorios, al incentivar a la población a reportar a individuos con base en perfiles raciales o dominio del idioma.
“No hay duda de que podría haber repercusiones imprevistas, sobre todo en lo que respecta a la seguridad pública, la elaboración de perfiles raciales y la discriminación”, expresó Michelle Mittelstadt, directora de comunicación del Instituto de Política Migratoria (MPI, por sus siglas en inglés).
En Misuri, la propuesta fue presentada por el republicano David Gregory a finales del año pasado y sigue en debate para su posible aprobación. La iniciativa también contempla la creación del Programa de Cazarrecompensas Certificado para Extranjeros Ilegales, que otorgará certificados a las personas que decidan colaborar en la detención de inmigrantes.
¿Qué otras leyes antimigrantes se han aprobado en Estados Unidos?
La propuesta de los legisladores republicanos surge días después de que Donald Trump firmó la promulgación de la Ley Laken Riley, cuyo propósito es detener a los migrantes indocumentados que hayan sido arrestados por delitos como robo, hurto o asalto a un oficial de policía.
Los legisladores republicanos argumentan que la aprobación de dicha ley reforzará la seguridad pública al garantizar la detención de inmigrantes indocumentados acusados de ciertos delitos. Por otro lado, organizaciones defensoras de los derechos migrantes y legisladores demócratas aseguran que la iniciativa no ofrecerá soluciones a la crisis migratoria en Estados Unidos.
Desde su regreso a la Casa Blanca, Donald Trump ha firmado órdenes ejecutivas con el objetivo de reducir el flujo migratorio en su país. El pasado 21 de enero, firmó un decreto para autorizar la detención de migrantes en lugares ‘protegidos’ como escuelas, iglesias y hospitales.
El mandatario estadounidense también declaró estado de emergencia en la frontera entre México y Estados Unidos y ordenó el envío de mil 500 militares para repeler ‘la invasión de migrantes’. La medida permite a los soldados deportar de manera inmediata a todos los inmigrantes que ingresen de forma irregular al país norteamericano.
Durante la semana, Donald Trump llegó a un acuerdo con los gobiernos de Canadá y México para que ambos países refuercen sus fronteras con elementos militares con el propósito de reducir el tráfico migratorio.