El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, cumplió su promesa de imponer aranceles del 25 por ciento a las importaciones de acero y aluminio. En el Despacho Oval, el mandatario firmó las órdenes ejecutivas que formalizan la medida, asegurando que esta decisión fortalecerá a la industria estadounidense y traerá prosperidad al país.
Al respecto, expertos y sector privado afirmaron que el impacto en México será menor al de los aranceles generales que se pospusieron hasta marzo.
Daniel Zaga, director de Análisis Económico en Deloitte, señaló que México contribuye con el 11 por ciento del total de las importaciones de acero y 7 por ciento de las de aluminio en EU, lo que lo convierte en el tercer proveedor más importante después de Canadá y Brasil.
Recordó que en 2018, cuando Estados Unidos impuso aranceles similares, las exportaciones mexicanas de acero cayeron un 28 por ciento, mientras que las de aluminio disminuyeron un 6 por ciento.
“Es un impacto importante, pero no desestabilizaría la economía, al comparar con los posibles impactos que iba a tener el aumento generalizado sobre todo los productos de la economía”, explicó Zaga.
Por su parte, Kristin Bohl, socia de Aduanas y Comercio Internacional en PwC, destacó que las empresas deben estar atentas a los anuncios de la administración Trump y empezar a desarrollar un manual de respuesta a los aranceles, a corto, mediano y largo plazo para saber qué funcionaría para sus empresas.
“Por el momento, no hay excepciones como las que tuvimos la última vez para los aranceles al acero y al aluminio”, señaló.
Bohl también mencionó que las empresas están preocupadas por la posibilidad de que se impongan aranceles adicionales a productos canadienses y mexicanos.
“Las empresas siguen hablando mucho de esto y están muy preocupadas. Y creo que eso se debe en gran medida a que la semana pasada les enseñó y les mostró lo cerca que podemos llegar del filo de la navaja en materia de aranceles”, afirmó.
Integración, la clave
En este sentido, la Cámara Nacional de la Industria del Hierro y del Acero (Canacero) manifestó su preocupación ante el anuncio. En un comunicado, destacó que, en el comercio bilateral de acero, Estados Unidos mantiene un superávit con México, beneficiándose de sus exportaciones hacia el país. Por ello, consideró que imponer aranceles sería una decisión que no solo afectaría a sus socios comerciales, como México y Canadá, sino que también impactaría negativamente en la colaboración regional que ha sido clave para el desarrollo de la industria.
En este contexto, la Canacero señaló que la mejor forma de enfrentar el comercio desleal, especialmente de productos provenientes de países como China, es a través de la integración regional en el marco del T-MEC.
Francisco Cervantes, presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), afirmó que las amenazas arancelarias al acero y aluminio son un “refrito” que aplicó el presidente Donald Trump durante su primer mandato en 2018.
Durante su llegada al evento Lidera 2025, indicó que los aranceles al acero y aluminio anunciados este lunes por el presidente Trump afectan más a Estados Unidos que a México.
“Ya pasó esto, y acuérdense que llegamos a un acuerdo conocido como 232 con ellos, así que vamos a estar en pláticas, hay diálogo, que es lo más importante, como decía la presidenta Sheinbaum, cabeza fría y obviamente mucha coordinación”, dijo el líder empresarial.
Amenazas con 100 por ciento a autos
En este contexto, Trump arremetió contra la industria automotriz mexicana y canadiense, amenazando con aranceles de hasta 100 por ciento a vehículos importados.
“En México están construyendo plantas de automóviles por todas partes para fabricar automóviles y venderlos en los EU. Yo digo, de ninguna manera. Vamos a imponer grandes aranceles a esos automóviles”, declaró en una entrevista con medios internacionales, donde señaló que mantiene un déficit comercial con México de 350 mil millones de dólares, que no continuará.