¿Se requiere un nuevo partido en México? ¿Es posible que el movimiento rosa, el Frente Cívico Nacional, Ahora y Organizaciones de la Sociedad Civil puedan convertirse en partido político a pesar de no haber tenido éxito en las elecciones? Sin duda, la única forma de participar en las decisiones de gobierno y elaboración de leyes y políticas públicas es a través de los partidos políticos. La democracia no existe sin un sistema de partidos. Pensar que desde la sociedad civil y con presión de la opinión pública es viable gobernar, es una ilusión. Se puede, sin duda, influir en la toma de decisiones de gobierno, evitar errores, mejorar políticas, ayudar en causas que la sociedad demanda, pero no es posible desde la neutralidad social tomar decisiones, cuando mucho lograr acuerdos y agenda es ya bastante.
Si bien es cierto que existen varios partidos en México, en realidad hay dos bloques. El encabezado por Morena y sus aliados PVEM y PT; y el bloque opositor que conforman PRI y PAN, aunque ya no estén coaligados. MC es un movimiento que se mueve en los dos escenarios, según el tema. Así que un nuevo partido es conveniente y necesario, pues aglutinar a cerca de 40 por ciento de los votantes no es una labor que puedan llevar a cabo los partidos opositores.
El nuevo partido “Somos México” recibió el beneplácito del INE a fines de enero para iniciar su proceso de registro. Decidió hacerlo por el método de asambleas distritales y arrancó el pasado 22 de febrero. Hoy en día ha logrado efectuar exitosamente once asambleas y ha afiliado a 10 mil ciudadanos. Ha sido, sin duda, un éxito este arranque para una organización que no cuenta con recursos y su organización se basa en sociedad civil y organizaciones de diverso tipo.
¿Qué novedades tiene este partido? Según sus documentos básicos, sus principios buscan recuperar y fortalecer el Estado de Derecho y a la Constitución Política. Y se definen como un partido de causas, más que ideológico. Es decir, aglutina amplios sectores en un abanico de luchas de la sociedad. Su programa de acción se dirige a eso, a mejorar salud; educación; impulsar la cultura; proteger los derechos de las mujeres a una vida libre de violencia y a tomar las decisiones de vida conforme a su conciencia; a la niñez, con programas que la protejan de maltratos y abusos; a la juventud, con atención a sus expectativas de desarrollo; a la protección de los derechos de la comunidad LGBTTIQ+, para que no existan retrocesos; al apoyo para los grupos de discapacidad para empleo y educación; a las madres buscadoras; a los niños con cáncer; a la protección animal; entre otras acciones.
Lo interesante está en sus estatutos. Establecen que quien tenga un puesto de dirigencia no podrá aspirar a una candidatura; será a través de elecciones primarias la selección de las candidaturas a los diversos cargos de elección popular; habrá órganos colegiados en la dirección del partido; se respetará la paridad y se incorpora el 33 por ciento de las candidaturas a jóvenes menores de 30 años. Esto abre la puerta a perfiles de personas que luchan por diversas causas y tienen aceptación en sus comunidades. Se evita la burocratización del partido con dirigencias que decidan posiciones según sus propios intereses. Es, sin duda, novedosa, y permite una mayor participación ciudadana.
Falta aún un largo camino por recorrer para lograr cumplir los requisitos de ley y obtener su registro como nuevo partido político. Su primera elección sería en 2027 y no podrá establecer alianzas y deberá obtener el 3 por ciento de la votación nacional. Hay cuadros muy interesantes en su dirigencia, que encabezan Guadalupe Acosta Naranjo, Emilio Álvarez Icaza, Cecilia Soto, su vocero Amado Avendaño, pero también participan ex consejeros electorales, Edmundo Jacobo, ex secretario del INE, varias mujeres destacadas como Tere Vale y Beatriz Pagés, académicos y periodistas. Líderes vecinales y comunitarios. Dirigentes de Organizaciones de la Sociedad Civil. Es pues un mosaico de personalidades en las distintas regiones del país.
¿Cómo podrán aglutinarse fuerzas de orígenes tan diversos e historias diferentes? Bueno, eso es algo que veremos y sin duda es un aliento para promover la participación política de amplios sectores de la población, que aun cuando votan, no se comprometen con un mayor activismo. Esta plataforma pretende dar voz a la ciudadanía y sus causas. Si lo logra será un actor político de relevancia, de lo contrario, quedará como un esfuerzo más de creación de nuevos partidos. Lo importante es su arranque inicial, que en poco tiempo nos habla de una ciudadanía dispuesta a participar en un nuevo proyecto.
Y esas son buenas noticias, en un momento histórico donde prevalece la polarización y el miedo.