Esta semana el Banco de México publicó la balanza de pagos para el 2024 con datos reveladores sobre la inversión extranjera en el país.
La inversión extranjera directa registró un monto de 37 mil millones de dólares en el año, cifra similar a la observada en 2023. Sin embargo, al interior, las reinversiones de empresas representaron el 78 por ciento del total mientras que las nuevas inversiones el 8.6 por ciento del total. En el 2023 las nuevas inversiones representaron el 14 por ciento del total.
Las ventajas que tiene México para detonar el comercio global y la atracción de inversión extranjera se están disipando. El país tiene un tratado de libre comercio trilateral (TLCAN) con Estados Unidos y Canadá desde el 2 de diciembre de 1992 mismo que fue modificado en julio 1 de 2020 (TMEC).
Esta coyuntura económica le ha permitido al país a elevar su comercio con EUA y posicionarse como una potencia mundial manufacturera. Más del 85 por ciento de las exportaciones de México se dirigen hacia EUA.
Además del TMEC, la posición geográfica le añade una ventaja competitiva adicional al país para comerciar con la economía más poderosa del mundo.
Sin embargo, la coyuntura geopolítica y doméstica están enterrando la oportunidad histórica que tenía México con el TMEC.
Por el lado doméstico, las empresas que se han instalado en el país están presentando problemas de suministro de electricidad y agua, y la demanda futura no será cubierta con la inversión pública que se está llevando a cabo. Recordemos que la política energética e hídrica del país está a cargo del estado, y limita la inversión privada y extranjera en este rubro.
Por otro lado, las empresas están experimentando problemas para reclutar talento y mano de obra de calidad.
Según la OCDE, solamente el 21 por ciento de la población tiene educación superior y una gran parte de este talento migra al exterior (fuga de cerebros). Es decir, las empresas que desean reubicarse en México tienen problemas de atracción de mano de obra calificada.
Finalmente, la administración de Donald Trump está enterrando por completo los beneficios que habría obtenido México por el TMEC y la cercanía a EUA. Trump está enfocado en detener la inversión China hacia México, es decir, de facto quiere terminar con el nearshoring.
Además, su política comercial proteccionista le está restando el atractivo para la reubicación de nuevas inversiones en México. Apple y Tesla, por ejemplo, han cancelado sus proyectos de inversión en México y han decidido migrarlos hacia EUA.
La solución a largo plazo es la diversificación del comercio, la apertura de sectores monopolizados por el estado mexicano, y una renegociación de los acuerdos comerciales con EUA.
El autor es director general de Soluciones Financieras GAMMA y CEO de Miri Capital LLC. Tiene un doctorado en Finanzas y maestría en Economía Financiera, ambas por la Universidad de Essex en el Reino Unido.