Kate Walsh interpretó a la doctora Addison Montgomery por casi dos décadas, pero la actriz de la serie Grey’s Anatomy vio los síntomas de su diagnóstico fuera del set, en cosas tan sencillas como tomar mucho café que no le hacía efecto. Así que protagonizó un episodio que jamás pidió: su propio tumor cerebral (un meningioma del tamaño de un limón).
“Fue algo muy sutil”, dijo Kate hace unos días en el programa The Kelly Clarkson Show, donde recordó cómo le detectaron su tumor en 2015 tras insistir reiteradamente en que algo andaba mal.
Walsh ha sido la querida ‘Addie’ en 67 episodios de la exitosa serie Grey’s Anatomy (2005-2023) y en 111 capítulos del spin-off Private Practice (2007-2013). En su crisis de salud, acababan de cancelar otro de sus proyectos protagónicos, Bad Judge (2014-2015), tras solo 13 emisiones.
¿Qué le pasó a Kate Walsh, actriz de ‘Grey’s Anatomy’?
En The Kelly Clarkson Show, Kate insistió en la importancia de hacerse revisiones anuales. “La detección temprana es clave”, publicó más tarde desde su Instagram.
La actriz de 13 Reasons Why mencionó que su padre murió por complicaciones de cáncer de pulmón y su madre sobrevivió al cáncer de mama. En 2015, ella comenzó con algunas señales que la alarmaron, pese a que todos a su alrededor le decían que estaba bien y solo se había deprimido por la cancelación de su serie.
Agotamiento, problemas de habla y de concentración
Eran síntomas tan aparentemente insignificantes como irse de lado y problemas de concentración.
“Fue como, ‘Hey, estoy muy cansado’… ‘Oh, el lado derecho de mi cuerpo se está inclinando’”, explicó la actriz de Umbrella Academy. “Y luego, paseando al perro, me digo: ‘Debe de hacer un poco de viento en la calle’… Fue algo muy sutil: ‘Oh, es déficit de atención. Realmente no puedo concentrarme. Oh, me he estado desplazando demasiado’. Ese tipo de cosas”.
A su parecer, es importante hacer caso a los propios instintos: “Sé lo importante que es defender la propia salud, porque la gente me decía: ‘Estás deprimida’. Fue justo después de que cancelaran Bad Judge. Y yo: ‘No, algo no va bien’”.
Walsh detalló en una entrevista con Cosmopolitan (publicada en 2017) que había normalizado sentirse agotada: “Había estado trabajando horas locas, quizá 80 horas a la semana, y también haciendo ejercicio muy duro, así que no me sorprendió. Pensé, vale, cambiaré mi rutina de ejercicios, volveré a cosas suaves como el senderismo”.
Nada la hacía sentir mejor y empezó a notar más cosas raras: “Mi instructor de pilates me dijo: ‘Oye, tu lado derecho se está inclinando’, y no me pareció que estuviera desviado, pero miré hacia abajo y lo vi. Luego, cuando conducía, empecé a desviarme hacia el carril derecho. El agotamiento llegó a tal punto que podía beberme cinco tazas de café y aun así no me sentía despierto ni despejado”.
Para abril de 2015, ‘Addie’ tuvo más dificultades cognitivas que parecían afasia: “no era solo que no encontrara las palabras; perdía el hilo de mis pensamientos, no era capaz de terminar las frases, y fue entonces cuando me alarmé de verdad.”
Kate Walsh insistió en ver a un neurólogo
Kate Walsh también consideró que eran síntomas de menopausia, pero presionó para ver a un neurólogo:
“Solo tenía un instinto. Tuve que abogar de verdad, porque no reparten resonancias magnéticas tan fácilmente, pero me hice una resonancia magnética y menos mal que lo hice, porque resultó que tenía un tumor cerebral muy grande en el lóbulo frontal izquierdo. Y tres días después estaba en el quirófano para que me lo extirparan”.
Aquel tumor medía más de 5 centímetros, le causaba hinchazón y dolores punzantes en la cabeza. El meningioma resultó benigno y pudieron extirparlo por completo. Ella se recuperó.
Pese a sus años en el papel de una doctora, Kate comentó a Cosmopolitan que no se sintió más cómoda en un hospital, sino como una niña de seis años: “Mi madre me regalaba rosarios, mi amiga me daba un peluche para entrar en quirófano… En la tele hacía de mala bestia, pero cuando se trata de ser paciente es una experiencia tan vulnerable”.