La llegada de Donald Trump a la Presidencia de Estados Unidos en su segundo mandato no nos sorprende. Sin embargo, ese país no puede negar que la economía mexicana es ventajosa al contar con una ubicación privilegiada en temas de la agenda geopolítica mundial, sobre todo ahora por China, y además garantía de acceso al mercado más atractivo del mundo.
El TMEC se ha convertido en un instrumento valioso en temas de política comercial en México y promotor de integración en Norteamérica, generando crecimiento económico en los tres países e incrementando la inversión extranjera directa, recientemente bajo la dinámica del nearshoring. En los últimos 10 años, las exportaciones de México a los Estados Unidos han crecido en 57.8 %, mientras que las importaciones en 28.3 % (AGON, 2025).
Sin embargo, en temas de negociación internacional, nuestro país se enfrenta a los desafíos del liderazgo trumpiano con su lema populista “America First”.
Las recientes amenazas de incremento de aranceles en un 25 % hacia México se cumplieron en los primeros minutos del 4 de marzo, sin embargo, esas amenazas también se convirtieron en instrumentos de negociación en dos temas sensibles pero ajenos a la agenda de un tratado de libre comercio, como el TMEC: la migración y la seguridad.
Para México, estos temas son de antaño y en cada administración la estrategia cambia en forma relativa, sin resultados. Si bien estos temas son de interés nacional, no se han visto abordados eficientemente desde el interior y seguirán con o sin los aranceles a México y Canadá.
La Constitución mexicana, Art. 89°, fracción X, establece los principios de política exterior en México y queda claro la no intervención en asuntos internos de otro país, en otras palabras, respetar la soberanía.
De acuerdo con Javier Velázquez Flores, académico internacionalista de la UABJ y expresidente de la Asociación Mexicana de Estudios Internacionales (AMEI), la capacidad de negociación se define como la posibilidad de lograr las metas estatales con base en ciertas circunstancias tanto nacionales como internacionales. Burton (1987) señala que la dependencia de los mercados externos y de las fuentes de abastecimiento de las materias primas podrían condicionar la posición negociadora de los países.
Además, la influencia internacional está fundamentada en su fortaleza interna. ¿Cómo negociar entonces con Donald Trump? ¿Cómo está nuestra capacidad de negociación? Ya vimos las primeras reacciones de nuestra actual administración y hemos cedido en una primera parte, pero esto apenas inicia.
Aun y con los esfuerzos en materia de seguridad y las peticiones del presidente del vecino país, no es suficiente y somos señalados como los malos del cuento.
La revisión del TMEC en 2026 podríamos decir que ya comenzó, pues la delegación mexicana ya se prepara y a diferencia de la administración pasada, uno de los actores principales para acompañar al equipo negociador mexicano, como es el sector privado a través del “Cuarto de Junto”, ya se organiza.
Si bien los actores principales y responsables de la política exterior y comercial son los gubernamentales, los actores no gubernamentales toman una relevancia mayúscula en la era Trump.
Los think tanks, organismos empresariales, ONG’s, sociedad civil y la academia, entre otros, deberán sumarse activamente a las iniciativas del Gobierno mexicano para estar en condiciones de fortalecer la capacidad de negociación mexicana, ahora con carácter de urgente, con los aranceles del 25 % (no sabemos por cuánto tiempo) y donde el TMEC queda entre comillas. ¿Cuál integración? Pagar con la misma moneda sería un error.
De acuerdo con Kenneth Smith (exnegociador del TMEC), son cuatro los temas generadores de disputas comerciales entre ambos países: agricultura, energía, laboral y automotriz. Estos temas serán fundamentales para el futuro comercial entre ambos países y la negociación (revisión) será fuerte y por lo tanto se requerirá fortalecer tanto el dominio de los temas como la labor de cabildeo tanto al exterior del país como hacia el interior.
Un ejemplo reciente de los esfuerzos de actores no gubernamentales se dio en la pasada edición del Foro Norteamérica en Ottawa, Canadá (North America Forum-NAF), en donde el sector privado, sociedad civil y la academia de los tres países, participaron activamente presentando propuesta de recomendaciones para lograr la competitividad regional de Norteamérica y prepararnos para la revisión del TMEC.
La UDEM, como parte de la Delegación Mexicana, presentó una serie de recomendaciones en política comercial para fortalecer la alineación (homologación) regulatoria en temas claves del TMEC.
Con análisis de casos en la industria automotriz, el aguacate y maíz transgénico, se reflexionó sobre el rol de nuestro país en procesos de negociación, pero también la voluntad de participar colectivamente con el Gobierno en las disputas comerciales desde una perspectiva regional.
La propuesta académica de la Delegación Mexicana será presentada en el próximo Congreso de la Academy of International Business (AIB-LAC) a celebrarse en la UDEM en Monterrey, en mayo 2025.
La autora es Profesora-investigadora de negocios internacionales de la Escuela de Negocios de la Universidad de Monterrey. Es doctora en Ciencias Administrativas, cuenta con un MBA y es Licenciada en Estudios Internacionales por la UDEM. Especialista en Estudios de la Frontera México – Estados Unidos por El COLEF. Pertenece al Sistema Nacional de Investigadores (SNI) del CONAHCYT.