Siempre es un mal momento para arrancar un negocio y éste puede ser el peor en un buen rato. ¿Van a desaprovechar la oportunidad?
Salvo por un evento inesperado, en este país seguirán viviendo unos 130 millones de personas que complementarán a unos 8 mil millones en el mundo. Todos participan en el juego económico, aunque éste tenga nuevas reglas. Es un gran mercado.
Los 340 millones de vecinos al norte y otros 500 millones hacia el sur, tampoco van a desaparecer de la noche a la mañana.
Ya les conté aquí de casos como el de emprendedores ‘influencers’ que fueron por el mercado de mexicanos que no tienen para pagar un coche o simplemente no quieren uno. Les venden motos eléctricas que ya ruedan en toda la Ciudad de México.
Es cierto, hay retos. El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, levantó las cartas de la mesa y ahora las baraja para repartirlas, basándose en el poder de su nación.
Seré totalmente franco: ayer por la tarde ya no entendía con claridad qué aranceles están en marcha en el mundo y en días en los que Estados Unidos parece más aliado de Rusia que de Europa occidental, es difícil entender en qué mesa están sentados los mexicanos. Es un desmadre.
“Chaos is a ladder”, es una frase extraída de la serie Game of Thrones. “El caos es una escalera”, algunos bajan y otros suben durante momentos de incertidumbre como el actual.
Miren al legendario Warren Buffet, que se preparó para el momento desde el año pasado, apilando en su firma de inversión Berkshire Hathaway reservas de efectivo, letras del Tesoro y otros activos líquidos que suman más de 330 mil millones de dólares.
Él espera el momento de compra y, ayer, las acciones del mercado estadounidense, reunidas en el índice S&P, ya ofrecían un descuento de casi 10 por ciento respecto al inicio de la presidencia de Trump.
¿En dónde estamos? Hasta ayer, los estadounidenses aplicarían un 25 por ciento de impuestos a ciertos productos de acero y aluminio de México y esos impuestos podrían detener ventas que se traduzcan en un máximo de 18 mil 594 millones de dólares, advirtió el banco Banamex en un informe.
¿Eso detendrá la economía nacional? No parece. Esa cantidad equivale a apenas 3.7 por ciento del valor total de las exportaciones de México a Estados Unidos.
¿Quién gana con tanto ajuste y qué puede hacer el resto?
Hay negocios que pintan para ganar y casualmente, los primeros están en los bancos. Hoy vender coberturas, que funcionan como seguros para estabilizar el tipo de cambio del peso frente al dólar o de insumos como el gas, suena como un buen lugar para estar sentado. La certidumbre ganó mucho valor y puede venderse bien.
El sector financiero cae parado desde hace varias décadas. Incluso cuando ellos empiezan el relajo. Ahí hay puertas para emprendedores ‘fintech’.
Pero no mucha gente fuera de la Ciudad de México o de Monterrey goza del privilegio de participar en ese negocio ¿Qué hay del resto?
¿Cómo van con la automatización del negocio? Conozco una decena de empresas que hasta el año pasado se encargaban principalmente al desarrollo de software y ahora tienen algunos clientes en fila esperando que les armen un proyecto de “inteligencia artificial”.
Este mercado es nuevo, pero va a madurar mucho en 2025.
Los compradores aún no saben qué pedir y los proveedores no terminan de saber qué ofrecer. Tratan de ponerse al día con las herramientas que surgen cada semana.
Así tengan ustedes una panadería, un negocio inmobiliario o una cadena de restaurantes, buena parte de la oportunidad actual está en meter el negocio al ‘gym’. Si no ganan con ventas, pueden beneficiarse de la reducción de gastos. Pasando las olas (porque pasarán) tendrán más músculos.
Ustedes o México entero no pueden hacer mucho por cambiar un escenario sacudido a propósito por un personaje que parece ganar personalmente con el caos.
Conviene enfocarse en lo que sí tienen bajo control: reducir deudas, mejorar la operación, el marketing, la contabilidad… ahí hay oportunidades en medio de este desmadre.