¿Cómo iniciar una ruta hacia la sostenibilidad corporativa?
La evolución de una organización para convertirse en un actor responsable con la sociedad y el medio ambiente, en un marco de ética, cumplimiento legal y un sólido gobierno corporativo, puede parecer, al principio, un proyecto abrumador.
Pequeñas y medianas empresas enfrentan el dilema de sobrevivir en un entorno cada vez más competitivo, con nuevas exigencias de parte de la sociedad, sus consumidores, los órganos regulatorios y las grandes empresas que buscan incorporar proveedores alineados a sus estándares ESG.
Las mayores expectativas obligan a los negocios a plantearse una gran pregunta: ¿Por dónde empiezo?
Esa fue la tremenda interrogante que se planteó en el II Foro ESG, organizado por la Secretaría de Igualdad e Inclusión del Gobierno del Estado de Nuevo León, el pasado 5 de marzo de 2025, en el auditorio de la Escuela de Negocios del Tec de Monterrey (EGADE), pero es un tema recurrente entre empresarios de México y el mundo.
En el foro participaron empresas como Clarios, Heineken, IBM y Natura, entre otros.
Si bien muy pocos niegan la importancia de un enfoque sostenible como vía para construir negocios más rentables y competitivos, como en todos los proyectos que importan, los primeros pasos son siempre los más difíciles y los más importantes.
Primeros pasos en la ruta de la sostenibilidad
- Tomar la decisión. El primer paso es pasar de la visión de la empresa como una fuente de ingresos para unos cuantos, a la de una organización como una fuente de valor para diferentes grupos de interés, entendiendo el valor como un concepto mucho más profundo que el dinero y a los grupos de interés como a todas aquellas personas que de una u otra manera son tocadas por la organización. Ver al negocio como un agente que crea valor económico, social y ambiental es el primer cambio de mentalidad en la ruta hacia la sostenibilidad.
- Tener a bordo al liderazgo. El emprendimiento de este viaje implica la compañía, aceptación y compromiso de los más altos líderes de la organización, o al menos de la mayoría. Debe ser una decisión compartida y un trabajo conjunto.
- Enfocar esfuerzos (materialidad). El otro gran cambio de mentalidad es pasar de la caridad y la filantropía corporativa, a concebir la sostenibilidad como una vía para la competitividad del negocio y el desarrollo de su resiliencia en el largo plazo. Esto nos ayudará a definir los temas que se encuentran en el cruce entre nuestras metas, los riesgos que nos amenazan, los asuntos de mayor interés para nuestros grupos de interés y aquellos que más impacto pueden tener en el futuro de la organización. Es decir, un estudio de materialidad que puede ser tan sencillo o sofisticado como la organización decida. Las Objetivos de Desarrollo Sostenible la ONU son un buen punto de partida. Alinearse a través de procesos de certificación como el que ofrece la Secretaría de Igualdad e Inclusión de Nuevo León con el recientemente lanzado “Premio a la Igualdad e Inclusión”, es un buen punto de partida.
- Definir metas claras y alcanzables. Una vez que sabemos cuáles son los temas materiales para nuestra organización, podemos enfocar nuestros esfuerzos en ellos, definiendo metas claras y retadoras, pero alcanzables, capaces de generar métricas de nuestro desempeño y avance. (Ver: Cómo fijar metas de sostenibilidad para la empresa)
- Comunicar compromiso. Hacer público nuestro compromiso nos ayuda a invitar a la sociedad y a otros grupos de interés a monitorear nuestro avance, retroalimentar nuestras acciones y a acompañarnos en el proceso. Da miedo comprometerse, por supuesto, pero es cuando el compromiso cobra forma.
- Seguimiento al progreso. Lo que no se mide, no se mejora. Tener un compromiso, metas y métricas, inevitablemente nos llevará a querer mejorar y seguir avanzando hacia mayores y mejores objetivos. Quiere decir que ya estás en el camino.
El camino es largo y desafiante, pero hoy, más que nunca, las personas emprendedoras cuentan con diversas opciones de asesoría, la colaboración de organizaciones privadas, públicas y de la sociedad civil, así como consultoras y expertos listos para acompañarlos.