En algunas notas anteriores, me he referido a que las estadísticas sobre deuda pública federal que proporciona la Secretaría de Hacienda, no solo no se apegan a las disposiciones legales en México, sino que tampoco se elaboran con base a las metodologías que publican organismos internacionales, como el Fondo Monetario Internacional (FMI) o la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), y en consecuencia, sus comparaciones internacionales NO son válidas, ya que es como comparar peras con manzanas, y siempre me ha llamado la atención, que ninguna institución seria que tiene departamento de estudios, o centro de investigaciones económicas, haya abordado este tema, vaya, ni siquiera las calificadoras, que deberían ser más rigurosas en estos temas.
Bueno, pues lo mismo pasa al comparar datos de la carga fiscal en México contra otros Países, información que regularmente se usa para afirmar que México tiene una carga impositiva muy baja, comparada no solo contra Países de la OCDE, sino contra Países latinoamericanos.
Si revisamos la metodología que usa la OCDE para medir la carga IMPOSITIVA en cada País, para lo cual usan el término “Tax Income”, lo primero que debemos señalar, es que la estadística más utilizada, se refiere al Gobierno GENERAL, concepto que se obtiene de sumar los ingresos tributarios recaudados por TODOS los órdenes de Gobierno, tanto a nivel Federal o Central, como por Gobiernos Estatales o Provinciales más Gobiernos Locales, como ciudades o municipios.
De tal suerte, si los datos que se usan para México, solo corresponden a los del Gobierno Federal, la comparación correcta debería hacerse utilizando SOLO los datos correspondientes al nivel de Gobierno Central o Federal en los otros Países, sin embrago, desde ahí la manipulación, (o la ignorancia?) ya que las comparaciones que vemos, usualmente los comparan contra datos del Gobierno General para otros Países.
De hecho, si hacemos comparaciones al mismo nivel, el resultado es que en México, el Gobierno Federal recauda más impuestos, como proporción del PIB, que el promedio de los Gobiernos Centrales en otros Países de la OCDE, y la razón, es porque en otros Países, los gobiernos sub nacionales recaudan mucho más que México.
Sin embargo, esa NO es la única discrepancia metodológica con el manual de la OCDE, lo cual explico a continuación.
De acuerdo al manual de la OCDE, el término o concepto de “TAX” que incluye en sus estadísticas, además de considerar todos los impuestos, incluye también a las contribuciones de Seguridad Social, pero SOLO si se pagan a una institución gubernamental, de tal suerte, cuando México le proporciona a la OCDE la estadística de pagos a la Seguridad Social, ellos eliminan los correspondientes a las AFORES y al INFONAVIT, ya que ninguno de estos entes es un ENTE PÚBLICO o Gubernamental, lo que reduce el monto de impuestos realmente pagados en México.
Por otro lado, quienes hacen sus comparaciones domésticamente, olvidan sumarle a la recaudación de impuestos pagados en México, los pagos de seguridad social, para hacerlos comparables con los datos de los otros Países.
Adicionalmente, como ya se comentó, los impuestos recaudados por los Gobiernos Municipales, como el impuesto Predial y el Impuesto sobre adquisición de inmuebles, así como los impuestos estatales, como el de Nómina, Hospedaje, Ecológicos, etc., NO se suman a los impuestos Federales, en el caso de México, y se terminan comparando peras con manzanas.
El tema es importante, porque ya se empiezan a oír voces, en el sentido de que para reducir el enorme déficit fiscal que dejó la pasada administración, se necesita una reforma fiscal que proporcione más ingresos al Gobierno Federal, y la verdad, por ningún motivo esto es la causa del desequilibrio fiscal, ya que éste fue ocasionado por un despilfarro monumental de recursos que no se tenían, y que hubo necesidad de sufragar emitiendo más deuda, al grado de que tan solo en el último año de gobierno, la emisión de nueva deuda pública federal, superó los TRES BILLONES DE PESOS.
La irresponsabilidad en el manejo del gasto público, nos ha llevado ahora, a que de cada $100 pesos de deuda con la que cerró el Gobierno de López, $40 pesos es DEUDA NUEVA, contratada por ellos, y $60 pesos es deuda contratada por TODOS los gobiernos anteriores, desde que hay registro, por inaudito que parezca.
Por otro lado, la recaudación de impuestos durante el sexenio pasado, aumentó en dos puntos porcentuales como proporción del PIB, y gracias a eso se pudo evitar que el déficit fiscal no llegara al 8% del PIB, por lo que queda claro, que es el exceso del gasto, el que llevó el déficit a cerca del 6% del PIB.
La reducción en el déficit, debe tener como columna vertebral una verdadera disciplina presupuestal, y no atole con el dedo, como “Austeridad Republicana” o “Pobreza Franciscana” que fueron puras tomaduras de pelo.
Qué pena que esta pesada herencia, ocupe ahora una medicina de austeridad en el gasto, precisamente cuando la economía ya está prácticamente en recesión, y el gasto público, con su crecimiento negativo, va a contribuir a hacerla mayor.
Pero bueno, gracias a la crisis de los aranceles, la encargada de la presidencia va a tener una excelente excusa para encontrar un chivo expiatorio a quien echarle la culpa.
Muy oportuna, la salida de Rogelio de la SHCP.