Tras pasar varados nueve meses en la Estación Espacial Internacional, los astronautas de la NASA, Sunita Williams y Barry Wilmore, finalmente han regresado a casa, pero ahora les espera un gran reto por delante: recuperar su salud y volver a adaptar sus cuerpos a la Tierra.
Wilmore, de 62 años, y Williams, de 59, llegaron al laboratorio orbital en junio de 2024 en el primer vuelo tripulado de la nave Starliner de Boeing, una misión para probar el nuevo vehículo que tan solo debía durar una semana.
Sin embargo, una serie de fallas en la nave (fugas de helio y problemas con los propulsores) los dejó varados sin transporte de regreso a casa, por lo que su estancia, prevista para ocho días, inesperadamente se alargó nueve meses.
Finalmente, y tras varios retrasos, la pareja de astronautas viajó de regreso a la Tierra junto con la tripulación Crew-9 en la cápsula Dragon, de la compañía SpaceX de Elon Musk.
Ahora, Wilmore y Williams pasarán varios días en el Centro Espacial Johnson de la NASA en Houston, donde se someterán a revisiones médicas por parte de especialistas de la agencia. Y es que cuando los astronautas regresan después de una larga temporada en el espacio, sus cuerpos experimentan algunos cambios.
¿Qué sucede con el cuerpo humano cuando pasa mucho tiempo en el espacio?
Los astronautas deberán someterse a un programa de recuperación de 45 días que incluye dos horas diarias de ejercicio, pruebas médicas y de rendimiento, además de otros exámenes científicos, según ha informado la NASA.
Ambos serán monitoreados para detectar cualquier cambio cardíaco, de presión arterial, de visión o neurológico.
De acuerdo con la agencia, a menudo, los astronautas enfrentan problemas de huesos, músculos, visión y hasta un fenómeno conocido como “pies de bebé”, mientras se adaptan nuevamente a la gravedad del planeta.
“Es un gran impacto para el cuerpo regresar a la Tierra; todo es muy pesado. Pasamos mucho tiempo acostumbrándonos a la gravedad”, declaró la exastronauta de la NASA Peggy Whitson al medio estadounidense Today.
Estos son algunos de los problemas que pueden experimentar los astronautas tras una larga estadía en el espacio:
- Pérdida ósea y muscular
Los huesos se vuelven aproximadamente un 1 por ciento menos densos por cada mes en el espacio, especialmente los huesos de las piernas, las caderas y la columna. Los músculos también se atrofian y esto puede provocar caídas, fracturas óseas y osteoporosis.
Muchos huesos de astronautas nunca se recuperan por completo, según documentó un estudio de 2022 publicado en la revista Scientific Reports.
- Mayor altura y cambios en la columna
Increíblemente, los astronautas crecen en el espacio debido a que la columna vertebral se expande sin gravedad, según explicó Whitson. Ella creció aproximadamente 2.5 centímetros, mientras que el exastronauta de la NASA, Scott Kelly, ganó 5 centrímetros de altura.
Al volver a la Tierra, los discos intervertebrales se comprimen de nuevo, por lo que muchos experimentan dolor de espalda intenso. El astronauta Frank Rubio, quien pasó 371 días en la Estación Espacial Internacional, también reportó dolor lumbar.
- Problemas de visión, cambios en el corazón y “pies de bebé”
La estructura de los ojos y el cerebro cambia en el espacio porque, sin gravedad, “los fluidos del cuerpo se desplazan hacia arriba, a la cabeza, lo que puede ejercer presión sobre los ojos y causar problemas de visión”, explica la NASA.
De igual modo, muchos astronautas experimentan cambios similares a los que ocurren con el envejecimiento, como el endurecimiento de las arterias y el engrosamiento de las paredes arteriales.
Uno de los efectos más comúnes luego de regresar del espacio son los famosos “pies de bebé”, pues estos están diseñados para soportar el peso del cuerpo en la Tierra, por lo que la piel de la planta es resistente y robusta al caminar.
“Sin embargo, como los astronautas rebotan y flotan en el espacio, los pies no soportan mucho y las plantas se vuelven frágiles”, explicó el exastronauta Leroy Chiao a Today.
“Básicamente, pierdes la parte gruesa de la piel de tus pies que se desarrolla, y cuando regresas tienes como pies de bebé”.