El valor de la producción de empresas constructoras en México cayó 19.2 por ciento anual en enero, con lo que ligó nueve meses consecutivos en contracción, arrastrado principalmente por la caída en las obras contratadas por el sector público, que reportaron su peor desempeño desde 2006.
Analistas destacaron que la construcción inició una tendencia a la baja desde octubre de 2023 por factores internos, particularmente por un deterioro en el entorno de negocios, y posteriormente se vio afectada por una contención del gasto público y más recientemente por las políticas implementadas por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
Por tipo de obra, la mayor caída se reportó en proyectos de transporte y urbanización, con 50.1 por ciento anual, en cifras ajustadas por estacionalidad, de acuerdo con la Encuesta Nacional de Empresas Constructoras (ENEC) del Inegi.
Le siguieron las obras de petróleo y petroquímica, con caída de 37.6 por ciento, y las de agua, riego y saneamiento, con 18.3 por ciento anual. Destacó el avance de 29.6 por ciento anual en los proyectos de construcción de electricidad y comunicaciones, luego de ocho meses consecutivos con caídas.
Pega gasto público
En las cifras originales, el valor de producción de obras elaboradas por contratistas del sector público cayó 50.0 por ciento anual en enero, la mayor caída desde que hay registros disponibles, a partir de 2006.
Lo anterior es reflejo de un menor gasto del gobierno en obras públicas; el último reporte de la Secretaría de Hacienda reveló que en enero la inversión física del sector público fue 22.4 por ciento inferior a la reportada en el mismo mes del año anterior.
Las obras contratadas por el sector público representaron 29.6 por ciento del total en enero de este año, desde el 35.3 por ciento registrado en diciembre, y muy por debajo del 51.4 por ciento reportado en septiembre de 2023.
Por el contrario, las obras contratadas por el sector privado avanzaron 5.6 por ciento tras cuatro meses consecutivos a la baja. Su participación en el total fue de 70.4 por ciento en el primer mes de este año, un valor máximo al menos desde 2018, desde que hay registros disponibles.
Las zonas del país con mayor declive en la construcción fueron Quintana Roo, con 81.4 por ciento en su variación anual; Tabasco, con un descenso de 67.7 por ciento, y Campeche, con una caída de 57.3 por ciento. En contraparte, el mayor crecimiento se observó en Nayarit, con 56.3 por ciento, y Ciudad de México, con 49.7 por ciento.
Desafíos y limitantes
De acuerdo con analistas, el sector de la construcción enfrenta diversos desafíos, como las presiones en los precios de materias primas, la reducción de la inversión pública, la necesidad de recuperar la confianza empresarial, y todo lo anterior, en medio de una coyuntura económica internacional que se irá definiendo con base en los acuerdos arancelarios con Estados Unidos.
Para Mario Correa, economista independiente, existen factores internos y externos que inciden en el comportamiento negativo del sector. Entre los factores internos, destaca el fuerte deterioro en el entorno de negocios del país como consecuencia de diversas medidas de política que han minado la confianza, como la eliminación de instituciones que representaban un contrapeso al Poder Ejecutivo y la reforma al Poder Judicial.
Otro factor interno ha sido la anticipada contención del gasto público en meses recientes, luego de que se disparara en 2023 para acelerar las obras públicas más importantes de la administración anterior y para repartir mucho dinero en gasto social con fines electorales.
Otro punto determinante que afectó han sido los precios de los insumos de la construcción, que se han encarecido, de acuerdo a Jorge Peña, catedrático de la Facultad de Economía de la UNAM, FES Aragón.
Correa destacó entre los factores externos a la fuerte incertidumbre que han generado las acciones de política pública del presidente Trump de Estados Unidos, destacando la imposición de aranceles a diversas exportaciones mexicanas.
“La construcción es un sector muy sensible a las perspectivas de mediano y largo plazo de la economía, y dado que se han deteriorado seriamente, el sector se está también ajustando a un entorno que se anticipa más adverso”, indicó el experto.
Para Peña, el factor clave en la coyuntura internacional, y que influirá en el desempeño de la construcción, serán los acuerdos arancelarios de las próximas semanas, y que podrían dar quizás la posibilidad de un escenario un poco más halagador, situando a México como al país que se le apliquen menos aranceles en comparación al resto de naciones, que también se encuentran en negociaciones con Estados Unidos, lo cual podría traducirse en un escenario favorecedor para el sector y el país a nivel competitivo.