Escuchar el pasado, comprender el presente y empujar hacia el futuro. Esa es la brújula que guía hoy a Mexicanos Primero al cumplir 18 años. Un aniversario no es solo una cifra: es una pausa consciente para mirar con honestidad, autocrítica y apertura el camino recorrido, el lugar que ocupamos y los desafíos que se asoman en el horizonte.
Mexicanos Primero nació como una iniciativa ciudadana: un actor que visibilizara y transformara el debate educativo desde una perspectiva de derechos, particularmente el derecho a aprender. Hoy también es un laboratorio: un espacio donde se observa, se analiza, se demuestra y se propone. Apostamos, como nunca, por la evidencia para tomar mejores decisiones, sin perder la sensibilidad social ni el vínculo directo con las comunidades educativas.
En estos 18 años hemos construido una trayectoria que ahora exige ser resignificada. No se trata de repetir fórmulas ni de aferrarse a moldes del pasado, sino de recalibrar la conversación. En el centro de esta nueva etapa está la noción de una educación verdaderamente democrática: aquella que reconoce que las niñas, niños y adolescentes (NNA) tienen derecho a estar, aprender y participar en la escuela. Inspirados por Amartya Sen, entendemos que no se puede hablar de educación sin hablar de agencia y justicia. Por eso, en Mexicanos Primero, el aprendizaje es nuestro faro, y el impulso es claro: activar, potenciar y coadyuvar para que suceda en cada rincón del país.
El mundo ha cambiado, y con él, las conversaciones educativas. Hoy enfrentamos, entre muchos retos, cuatro factores disyuntores que redefinen el presente y el futuro de la educación: la crisis climática, las injusticias democráticas, la salud socioemocional y la irrupción tecnológica. Ante este escenario, respondemos con una postura firme: basta de textos infinitos y fardos documentales. Lo que importa es cómo se implementa, cómo se emprende desde la práctica, y cómo se escucha a quienes están en el aula, desde el aula y para el aula. Queremos que se nos reconozca por nuestra autonomía y se nos vea por lo que realmente somos: un disco duro vivo de la sociedad civil en educación.
Uno de los desafíos más urgentes sigue siendo reconstruir la relación con las y los docentes. Nos proponemos ser una organización que camina a su lado, que reconoce su papel central y que contribuye a que la sociedad civil crea más que nunca en su valor social. Para Mexicanos Primero, las y los docentes son los profesionales de la decisión: con ellas y ellos se forjan miles de vidas que construyen el presente y el futuro de México. Conscientes de la complejidad que enfrentan, respetamos como nunca su rol y su vocación de servicio.
En un país donde la indolencia, la superficialidad y la corrupción parecen ganar terreno, la educación es la ecuación de la esperanza. Pero no una esperanza vacía, sino una que se construye con rigor, compromiso y visión sistémica.
Por último, México no es viable en el siglo XXI sin un sistema educativo de calidad. Y para lograrlo, no basta con presionar: es indispensable renovar misión y visión, activar lo local para incidir en lo nacional, y motivar a quienes ejecutan las políticas educativas. En Mexicanos Primero, cada niña, cada niño, cada adolescente y cada docente renuevan el reto. No hay país sin educación. Punto.
Hoy, en este aniversario, renovamos también a la organización, con la convicción de que cuando la cultura de una institución permea, deja de ser visible, pero nunca deja de ser relevante.
La escuela importa porque aprender importa.