En las últimas semanas se ha informado de diversos operativos por parte de las autoridades federales que han permitido el decomiso de millones de litros de combustible que buscaba ingresar a México de contrabando, como parte de la estrategia de combate al llamado “huachicol fiscal”.
A inicios de abril, autoridades decomisaron un buque con 10 millones de diésel, presuntamente de origen ilícito, así como casi 200 contenedores y 23 tractocamiones en el puerto de Altamira, Tamaulipas.
Y junto con éste decomiso, se han dado otros en diferentes regiones del País, lo cual aplaudimos por el fuerte impacto económico que tiene para las finanzas públicas y el comercio formal de miles de empresas en México.
De acuerdo con Federico Döring, diputado del PAN, el huachicol fiscal en los últimos 6 años, asciende a más de 554 mil millones de pesos.
Francisco Barnés de Castro, ex Comisionado de la CRE, refirió que el huachicol fiscal tan solo en el diésel se ha disparado al pasar de 71 mil barriles diarios en el 2022 a 122 mil barriles diarios para enero de este 2025.
La detección de un barco con combustible presuntamente ilícito, y el hecho de que se señale ya a grupos del crimen organizado involucrados en los decomisos, evidencia la gravedad del problema del mercado ilícito de combustibles en México.
Esperamos que las autoridades federales dimensionen el tamaño del problema y se castigue a los responsables de estos delitos.
El huachicol es un lastre que afecta la economía, el medio ambiente y la seguridad de México.