Esta semana se cumple el primero de los tres meses de suspensión de la aplicación de los aranceles recíprocos, luego que la incertidumbre generada por la política arancelaria de Estados Unidos hiciera que el secretario del Tesoro, Scott Bessent, le pidiera a Trump actuar de manera urgente para evitar una crisis en el mercado de bonos, apenas una semana después del llamado “Día de la Liberación”. El cálculo superficial de estos aranceles, donde se ignoró el efecto de las barreras no arancelarias y el papel como proveedores confiables de los principales socios comerciales de ese país, ocasionaron una pérdida de confianza que se tradujo en la venta masiva de bonos estadounidenses, lo que llevó a elevar su tasa de interés.
Inicialmente, la idea era que, a lo largo de este periodo de 90 días, los países afectados pudieran negociar una reducción en su arancel recíproco a cambio de mejores condiciones de acceso a su mercado para los productos de Estados Unidos. De acuerdo con diversas fuentes diplomáticas, hasta este viernes la oficina del Representante Comercial (USTR) había recibido 18 solicitudes de negociación, aunque sólo unas cuantas tienen los detalles necesarios para ser consideradas como propuestas. Desde que se anunciara en marzo la aplicación de aranceles recíprocos, el USTR pidió a los gobiernos que le contactaron que, en caso de una posible negociación, indicaran sus prioridades con relación a aranceles, barreras no arancelarias, reglas para el comercio electrónico y de tecnología y posibilidades de inversión para establecer el marco de la negociación, tratando de hacer el proceso lo más eficiente posible.
Peter Navarro, el principal consejero de Trump en temas comerciales, habló de lograr 90 acuerdos en 90 días, lo que Bessent y otros funcionarios desestimaron tanto por la complejidad de las negociaciones como por la restricción de personal del USTR. Navarro propuso la idea de los aranceles recíprocos en el Proyecto 2025 -un documento elaborado el año pasado por diversos colaboradores de Trump durante su primer periodo de gobierno- que busca maximizar el poder que pueda ostentar el presidente. Sin embargo, Navarro nunca consideró los efectos que esta medida pudiera ocasionar o que otros países aplicaran represalias.
Luego de recibir innumerables llamadas de los directores de las principales empresas y asociaciones, Bessent dijo en privado en abril que la situación con China es insostenible a largo plazo y que se tiene que negociar alguna solución, aunque sostiene la postura de Trump que China debe hacer el primer acercamiento. Trump ha dicho que se han realizado varias reuniones de negociación con funcionarios chinos, aunque nunca ha dado mayores detalles, y que se recaudan miles de millones de dólares por el cobro de aranceles todos los días, lo que Customs Border Protection ha desmentido. Así, Trump es el único que toma decisiones sobre política comercial, con objetivos que cambian todos los días y sin que alguien ponga sobre la mesa las implicaciones estratégicas de lo que es un componente clave de la política exterior de Estados Unidos.
Por su parte, desde que el gobierno de Xi Jinping consideró viable el triunfo de Trump en las elecciones, empezó a diseñar un plan para enfrentarlo teniendo como antecedentes los aranceles aplicados desde 2018. Este viernes, emitió un comunicado indicando que está evaluando la posibilidad de entablar negociaciones comerciales, siempre y cuando no se usen para ejercer coerción o chantaje. Agrega que, recientemente, el gobierno de Estados Unidos ha trasmitido en varias ocasiones a través de los canales pertinentes, su deseo de iniciar conversaciones, pero que debe implementar acciones que demuestren su deseo de llegar a un buen acuerdo y modificar los aranceles de 145% aplicados unilateralmente, postura que Japón endosó.
Fuentes del USTR y del departamento de Comercio comentaron la semana pasada que la intención es iniciar negociaciones con países asiáticos, como Vietnam, Tailandia e Indonesia, y generar una serie de acuerdos que sirvan como pauta en las negociaciones con China. El TLC con Reino Unido se pospone hasta el tercer trimestre del año, está por definirse el inicio de negociaciones con India y este martes Mark Carney se reúne con Trump.
Mientras tanto, México -a quien se le aplica el quinto arancel efectivo más alto, 19.5%- parece haber concedido que no tomará represalias. Entonces, ¿cómo puede minimizar la vulnerabilidad de su industria de cara a la renegociación del TMEC?