Durante años el Cártel de los Arellano Félix fue controlado por los hermanos Benjamín y Ramón; sin embargo, la muerte y detención de sus cabecillas dejó el control del grupo delictivo a una ‘sombra’: Enedina Arellano Félix de Toledo, conocida como la Narcomami’, quien es la última integrante de la primera generación del Cártel de Tijuana.
Pese a que el narcotráfico es una actividad principalmente dirigida por hombres, el involucramiento de las mujeres en el narco también ha sido documentado
Enedina Arellano Félix, ‘La Narcomami’, no es la excepción; sin embargo, ella destaca por ser la única de once hermanos que ha logrado escapar del trágico destino que persigue a los Arellano Félix.
La historia del Cártel de Tijuana: Así fue su ascenso y caída
El inicio del Cártel de Tijuana, también conocido como la organización de los Arellano Félix, se remonta a la cuna del narcotráfico en México: Culiacán, Sinaloa. Los fundadores de esta organización criminal fueron Benjamín y Ramón Arellano Félix, quienes tenían un negocio de contrabando de aparatos electrónicos y ropa.
Cuando los Arellano Félix se mudaron a Jalisco se hicieron de contactos en el estado y colaboraron con Miguel Ángel Félix Gallardo, ‘El Jefe de Jefes’, líder del Cártel de Guadalajara.
Mientras Benjamín y Ramón Arellano Félix le entraban a más en actividades ilícitas, ’La Narcomami’ estudiaba una licenciatura en Contabilidad en una escuela privada. En aquel entonces, ella no tenía participación directa en actividades ilegales.
Ahí comenzó el camino para consolidarse como cártel. Benjamín Arellano y gente del Cártel de Guadalajara tejieron una red de corrupción en Tijuana, Baja California, para traficar marihuana y cocaína a California.
Conforme las ganancias de los Arellano Félix incrementaban y tenían una mayor presencia en Baja California, Enedina Arellano tomó un papel más activo, encargándose del lavado de dinero a través de empresas fantasmas.
La suerte cambió cuando autoridades mexicanas detuvieron al “Jefe de Jefes” en abril de 1989. Su captura provocó una ruptura del Cártel de Guadalajara y algunos socios de la organización se escondieron en Estados Unidos, mientras que otros como los Arellano Félix se quedaron para consolidar su poderío, lo mismo que Joaquín Guzmán Loera, quien fundó el Cártel de Sinaloa.
Los Arellano Félix tomaron el control de la frontera e iniciaron una intensa guerra por el control de territorio con “El Chapo” Guzmán. Ese enfrentamiento llevó al asesinato del cardenal Juan Jesús Posadas Ocampo, en mayo de 1993, en el Aeropuerto Internacional de Guadalajara.
La caída del Cártel de Tijuana inició con la captura de Francisco Rafael en 1993. Diez años después de su captura, él sería asesinado por un sicario disfrazado de payaso.
Después cayeron los fundadores. En febrero de 2002, Ramón Arellano Félix murió en un enfrentamiento en Mazatlán, Sinaloa, y un mes después Benjamín fue detenido por el Ejército mexicano.
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On October 18, 2013 Francisco Rafael Arellano Félix, former leader of the Tijuana Cartel was celebrating his 64th birthday with prominent figures, friends, and families, when the cartel leader was shot in head by a man dressed as clown, and killed instantly.#Mexico pic.twitter.com/n0Gstp8lUz
— Millitary Nerd (@MilitaryNerdd) April 20, 2024
Tras la caída de los fundadores, Eduardo y ’La Narcomami‘ tomaron el control del Cártel de Tijuana. A partir de 2002, Enedina Arellano Félix tomó un papel más activo.
Otra estocada final contra el clan fue en 2008, cuando Eduardo cayó ante las autoridades mexicanas y hubo un nuevo reajuste. El Cártel de Tijuana se dividió: Una facción quedó bajo el control de Enedina Arellano y Fernando Sánchez Arellano, ‘El Ingeniero’, mientras que la otra facción fue encabezada por Eduardo Teodoro García Simental.
Enedina Arellano Félix, la cabeza del Cártel de Tijuana que no ha sido capturada
La ‘Narcomami’ tomó las riendas de la organización después de que “El Ingeniero” fuera detenido por autoridades mexicanas en junio de 2014.
Su arribo a la cúpula de los Arellano Félix ocurrió tras las capturas y extradiciones de las cabecillas del Cártel de Tijuana y del asesinato de sus hermanos.
Enedina Arellano Félix ha mantenido un perfil bajo, lo que le ha permitido evadir a las autoridades de México y Estados Unidos. Es tal su discreción, que las fotografías de la lideresa del Cártel de Tijuana datan de la década de los ochenta. Actualmente se desconoce como podrá verse a los 67 años.
Las actualizaciones de las autoridades indican que el Cártel de los Arellano Félix aún opera en Baja California, aunque con una menor presencia. También se dio a conocer una alianza con el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) que les permitió hacer frente al Cártel de Sinaloa, pues este último es el principal enemigo.
Hasta ahora, no está claro si la alianza entre CJNG y Cártel de Tijuana concluyó o se mantiene. El Semanario Zeta asegura que los hijos de la primera generación de narcotraficantes de los Arellano Félix conforman la Nueva Generación que intenta recuperar el control de la ciudad.
La nueva sangre estaría conformada por Fabián Arellano Corona, Benjamín Arellano Serrano y Javier Briseño Arellano.