Ni las muñecas se salvaron. En su nueva ofensiva comercial, el presidente Donald Trump impuso aranceles a una amplia gama de productos, desde películas, vinos hasta piezas de automóviles.
Entre los afectados, de manera sorprendente, están las muñecas, que también deberán pagar el precio de la guerra económica.
¿La razón? Trump afirmó que los niños estarán bien con dos, tres o incluso cinco muñecas, en lugar de 30, si los aranceles aumentan los precios para los consumidores.
La respuesta en redes sociales no se hizo esperar: Memes de Trump como el Grinch y fotos de un joven Barron Trump en un mini convertible Mercedes inundaron los feeds.
“Completamente alejado de la realidad”, señaló en Linkedin el director general de The Loyal Subjects, Jonathan Cathey, cuya empresa de juguetes coleccionables en Los Ángeles produce muñecas Strawberry Shortcake y Rainbow Brite.
“Me encanta cómo los juguetes y las muñecas se han convertido en el mártir metafórico de esta incoherencia de guerra comercial sin sentido”.
Las declaraciones del presidente tocaron una fibra sensible entre los padres, algunos ofendidos por la forma casual en que sugirió que “dos muñecas costarán un par de dólares más”, mientras que otros reconocieron que sus hijos tienen más juguetes de los que realmente necesitan.
La industria de juguetes en EU tiene mucho en juego en una posible desescalada del conflicto arancelario entre Trump y China, ya que casi el 80 por ciento de los juguetes vendidos en el país provienen de China.
La Toy Association, grupo que representa a la industria juguetera, ha exigido el retiro inmediato del arancel del 145 por ciento impuesto por Trump a productos fabricados en China. Varias empresas advierten que, mientras la medida siga vigente, crece el riesgo de escasez durante la temporada navideña.
¿Cuánto vale el mercado de muñecas en EU?
Desde Barbie, Bratz y Cabbage Patch Kids hasta muñecas bebé Adora, American Girl y Our Generation, las muñecas son un gran negocio en Estados Unidos, además de ser juguetes queridos.
La categoría de muñecas, que incluye accesorios como ropa, generó ventas en Estados Unidos de 2 mil 700 millones de dólares el año pasado en comparación con 2 mil 900 millones de dólares en 2023 y 3 mil 400 millones de dólares en 2019, según la firma de investigación de mercado Circana.
Durante la pandemia de COVID-19, los consumidores gastaron en juguetes para entretener a sus hijos y a sí mismos, pero las ventas se estabilizaron con la llegada de la inflación.
Al respecto, Marshal Cohen, analista de Circana, señaló que el creciente interés de niñas pequeñas por el maquillaje y el cuidado de la piel ha reducido la demanda de muñecas.
¿Cómo enfrentan los fabricantes de juguetes los aranceles de Trump?
Mattell, el mayor fabricante de juguetes en EU, dijo que tendría que aumentar los precios de algunos productos vendidos en Estados Unidos para compensar los costos más altos relacionados con los aranceles.
Se espera que las empresas de juguetes pequeñas enfrenten más dificultades que gigantes como Mattel o Hasbro, fabricante de la muñeca Baby Alive. Cathey explicó que suspendió los envíos de The Loyal Subjects desde China en abril, al no poder costear el arancel estratosférico que implicaban.
“Nadie se aísla con tanto efectivo”, dijo.
Con solo cuatro meses de inventario, Cathey advirtió que su capacidad para abastecer durante la Navidad depende de que el conflicto comercial entre Estados Unidos y China se resuelva en las próximas dos semanas, ya que reactivar los envíos tomaría tiempo.
Cepia, la empresa de Missouri detrás del éxito navideño de 2009 con los Zhu Zhu Pets, lanzó el año pasado una línea de muñecas de moda de 27 centímetros llamada Decora Girlz. Su director general, James Russell Hornsby, dijo que está intentando reubicar parte de la producción, pero el cambio no llegará a tiempo para sustituir los pedidos planeados desde China.
Hornsby se describió a sí mismo como un partidario de Trump y dijo que entiende el deseo del gobierno de reducir los desequilibrios comerciales.
“Sólo hagamos los acuerdos y detengamos todo esto porque (Trump) está interrumpiendo la Navidad”, dijo.
Industria del juguete no puede reemplazar a China, advierten expertos
Aunque American Girl se lanzó en 1986 con una línea basada en personajes históricos ficticios, las muñecas nunca fueron productos hechos en el país. Se fabricaron en Alemania y eventualmente la producción se trasladó a China.
Los expertos en juguetes dicen que, además de los costos más bajos, las fábricas chinas han desarrollado técnicas y experiencia que no se replican fácilmente.
“No tenemos capacidad en Estados Unidos para hacer cabello de muñeca enraizado. Y luego tienes cosas como los rostros. Algunos de ellos están pintados a mano, mientras que otros se hacen con una máquina de impresión Tampo”, dijo James Zahn, editor en jefe de la publicación de la industria The Toy Book, sobre la fabricación de muñecas.
Hornsby dijo que los rizos del cabello sintético en las cabezas de las muñecas Decora Girlz lo llevan a cabo trabajadores calificados en fábricas en Guangzhou y Dongguan, China.
“No es sólo meterlo en una máquina y automáticamente lo hace”, dijo. “Tienes que saber lo que estás haciendo para que esa muñeca parezca que tiene una cabellera completa cuando literalmente tal vez solo el 60 por ciento de la cabeza está llena de cabello”.
¿Son seguros los juguetes fabricados en China?
El subjefe de personal de la Casa Blanca, Stephen Miller, afirmó la semana pasada que los consumidores probablemente preferirán pagar más por productos hechos en Estados Unidos. Incluso sugirió que las muñecas fabricadas en China podrían contener pintura con plomo.
Teresa Murray, directora de vigilancia del consumidor en el U.S. Public Interest Research Group, señaló que la situación es más compleja.
Los productos para niños de 12 años o menos requieren pruebas y certificaciones de terceros de laboratorios aprobados por la Comisión de Seguridad de Productos del Consumidor de Estados Unidos, la agencia encargada de hacer cumplir los niveles de plomo en los juguetes, dijo Murray.
Las reglas se aplican a todos los productos vendidos en Estados Unidos. Los juguetes de marcas importantes como Fisher-Price, Mattel, Hasbro y Lego, que han subcontratado la fabricación a China durante mucho tiempo, generalmente cumplen con las normas, señaló.
El auge de las compras en línea, especialmente a través de plataformas que envían productos directamente desde el extranjero, ha generado un desafío, según Murray. Los paquetes valorados en menos de 800 dólares ingresaban a Estados Unidos libres de impuestos y sin el mismo control que las importaciones masivas.
La Casa Blanca eliminó la exención de aduanas a partir del 2 de mayo para paquetes de bajo valor que se originaron en China continental y Hong Kong. Se prevé que la supervisión adicional de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza facilite la identificación de problemas.
Las empresas de juguetes y los expertos de la industria argumentan que los altos aranceles sobre las importaciones chinas tentarán a los compradores sensibles al precio a buscar juguetes falsificados baratos que conllevan mayores riesgos de seguridad.
¿Pueden los niños tener demasiadas muñecas?
Muchos coinciden en que la cultura de consumo estadounidense se ha descontrolado, en gran parte por los precios bajos sostenidos por el trabajo de empleados en fábricas extranjeras, que ganan considerablemente menos que sus contrapartes en EU.
Katie Walley-Wiegert, de 38 años, una comercializadora senior en Richmond, Virginia, y madre de un hijo de 2 años, está de acuerdo en que hay demasiado materialismo, pero cree que los padres deberían tener opciones al decidir qué es lo mejor para sus hijos. Señaló que los comentarios del adinerado Trump eran desagradables.
“Creo que es una visión limitada de cuáles son los hábitos de compra y las realidades para las personas que compran juguetes para niños”, dijo Walley-Wiegert.
Elenor Mak, residente de San Francisco, quien fundó la empresa de muñecas Jilly Bing después de no poder encontrar una muñeca asiático-estadounidense para su hija, Jillian, ahora de 5 años, dijo que los comentarios del presidente la molestaron porque algunas familias luchan por comprar incluso una muñeca.
La guerra comercial con China “sólo hace que sea aún más imposible para esas familias”, precisó Mak.