El puerto marítimo de Chabahar, en el sureste de Irán, es un popular destino turístico famoso por sus playas acantiladas y sus escarpados picos sin árboles, conocidos localmente como “montañas marcianas”. Pronto, la región tendrá algo más que una conexión poética con el espacio exterior.
Durante años, se han llevado a cabo obras para transformar esta soleada ciudad costera en un centro económico, incluyendo un puerto espacial cuya inauguración está prevista para este año. El plan es construir el equivalente a Cabo Cañaveral en Florida para consolidar las ambiciones espaciales de la República Islámica.
Es un programa que el presidente Donald Trump ha intentado detener porque Estados Unidos considera que las tecnologías para lanzamientos espaciales y misiles balísticos son prácticamente idénticas.
Durante su primer mandato, Estados Unidos impuso sanciones a la agencia espacial iraní, pero eso no ha impedido que Irán desarrolle uno de los programas más avanzados de Oriente Medio, con la Agencia Espacial Iraní y el Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica enviando cohetes y satélites a la órbita.
Los nuevos proyectos incluyen una red de 20 satélites de Internet que llevan el nombre de Qassem Soleimani, el general asesinado en un ataque aéreo ordenado por Trump en 2020.
¿Por qué preocupa que Irán desarrolle tecnología nuclear?
La preocupación por el desarrollo de tecnología nuclear y de misiles por parte de Irán ha dominado la relación de Occidente con la República Islámica durante más de 20 años. Desde la reelección de Trump, las reservas de uranio enriquecido de Teherán, cerca del nivel necesario para armas nucleares, han aumentado más del 50%, según el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) , lo que vuelve a suscitar preocupación sobre su potencial militar.
Trump ha instado al líder supremo, el ayatolá Alí Jamenei, a aceptar un nuevo acuerdo nuclear o enfrentarse a una posible acción militar. Los negociadores de Washington y Teherán mantuvieron conversaciones en Omán el 12 de abril y se preparan para una segunda reunión.
Irán ha tenido que reevaluar sus capacidades, ya que sus socios en Gaza y Líbano se han visto debilitados por los combates con Israel tras los ataques de Hamás en 2023. Su aliado sirio, Bashar al-Assad, también ha sido derrocado por los rebeldes. Funcionarios y expertos occidentales consideran cada vez más el sofisticado programa espacial de la República Islámica como un componente clave de sus capacidades de defensa.
“El trabajo de Irán en vehículos de lanzamiento espacial, incluido su cohete portador de satélites Simorgh de dos etapas y combustible líquido, probablemente acorte el plazo para producir un misil balístico intercontinental debido a las similitudes en la tecnología”, dijo el general Anthony Cotton, comandante del Comando Estratégico de EU, en un testimonio preparado ante el Comité de Servicios Armados del Senado el 26 de marzo.
El Ministerio de Relaciones Exteriores de Irán y el Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca no respondieron a las solicitudes de comentarios sobre este artículo.
El progreso espacial iraní llega en un momento en que muchos países y empresas privadas están realizando fuertes inversiones para aumentar las capacidades militares espaciales, como los satélites espías y los bloqueadores de satélites.
Hasta el momento, no se dispone de cifras oficiales del coste total del programa espacial iraní. Ante la presión económica impuesta por las sanciones estadounidenses, el gobierno ha seguido apoyando su programa espacial, aunque con presupuestos ajustados. En noviembre pasado, un alto funcionario iraní afirmó que la agencia espacial recibiría alrededor de 11 millones de dólares de financiación para impulsar el sector.
También se ha beneficiado de la estrecha relación de Irán con Rusia en los últimos años. En enero, el presidente iraní Masoud Pezeshkian firmó un acuerdo de asociación estratégica con el presidente ruso Vladimir Putin.
El año pasado, un cohete ruso puso en órbita los dos primeros satélites iraníes de desarrollo privado. Rusia utiliza drones de fabricación iraní en su guerra en Ucrania y aporta conocimientos adquiridos durante décadas de exploración espacial, según Juliana Suess, investigadora del Instituto Alemán de Asuntos Internacionales y de Seguridad.
“Lo que Rusia definitivamente tiene es la experiencia”, dijo. “Eso es algo que Irán busca”.
La capacidad de Irán para lanzar más satélites podría permitirle usar naves espaciales para guiar mejor sus armas ofensivas. Los iraníes «pueden ser mucho más precisos en su puntería y tener tiempos de reacción más rápidos para lanzar sus propias fuerzas de misiles balísticos y alcanzar objetivos con mucha mayor precisión», afirmó John Sheldon, socio fundador de AstroAnalytica, una consultora espacial con sede en Abu Dabi.
Trump no es el único preocupado por actividad espacial iraní
Occidente está cada vez más preocupado por las implicaciones estratégicas y militares de los avances de Irán. El gobierno del primer ministro británico, Keir Starmer, sancionó al general de brigada Ali Jafarabadi, jefe de la División Espacial de la Fuerza Aeroespacial del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica, en septiembre pasado, y a la Agencia Espacial Iraní en octubre.
La UE también sancionó a Jafarabadi en octubre, afirmando que su división estaba “involucrada en el desarrollo y futuro lanzamiento de portadores de satélites, que son esenciales para el desarrollo de sistemas de misiles balísticos de largo alcance”.
El CGRI, la poderosa rama de las fuerzas armadas de Irán, fue designada organización terrorista por Trump durante su primer mandato.
Los líderes iraníes reconocen el papel del espacio en el desarrollo de armas, y Pezeshkian se refiere al programa espacial de Irán como una fuerza impulsora detrás del desarrollo de sus misiles.
“Nuestros enemigos intentan constantemente impedir que nos mantengamos por nuestros propios medios, pero esto nos ha impulsado a lograr avances científicos y tecnológicos”, dijo en febrero.
Aunque Irán siempre ha negado que quiera armas nucleares e insiste en que su enriquecimiento de uranio es sólo para fines civiles, el progreso en el espacio puede ofrecer a Teherán una oportunidad de afirmar su resiliencia y fuerza.
“Irán necesita ahora, especialmente tras la pérdida de su poder indirecto ante Israel, restablecer algún tipo de vía para proyectar su poder”, declaró Matthew Schmidt, profesor asociado de seguridad nacional y ciencias políticas en la Universidad de New Haven. “Ven la tecnología espacial y aeronáutica como un medio para hacerlo”.
Chabahar será el centro de misiones espaciales de Irán
Mucho depende del éxito de Chabahar, un proyecto que ha estado plagado de retrasos y que debía estar listo para 2024. La inauguración está ahora prevista para este año, informó el periódico Tehran Times en enero, citando al jefe de la agencia espacial, Hassan Salarieh.
Cuando finalmente esté terminado, Chabahar será un complejo de 14 mil hectáreas que servirá como el principal centro de Irán para misiones espaciales, dijo.
Chabahar es crucial para la estrategia del gobierno iraní, ya que la instalación debería aumentar la capacidad de lanzar naves espaciales más potentes. Además, se encuentra más cerca del ecuador que otros sitios de lanzamiento de Irán, lo que permite que los cohetes aprovechen mejor la rotación de la Tierra en comparación con sitios más septentrionales.
Trabajar en grandes cohetes espaciales “los posiciona mejor para desarrollar misiles balísticos intercontinentales”, afirmó John Caves, investigador principal asociado del Proyecto Wisconsin sobre Control de Armas Nucleares en Washington. Tanto un cohete espacial como un misil balístico intercontinental pueden viajar fuera de la atmósfera terrestre.
“Parte de la tecnología necesaria para que un misil alcance esa distancia es similar a la que se desarrolla para un vehículo de lanzamiento espacial”, dijo. “Hay aspectos que, básicamente, pueden aprender del trabajo en el vehículo de lanzamiento espacial y que luego podrían aplicar a un misil balístico intercontinental”.
Los vecinos de Irán están promoviendo una asociación panárabe, con 14 países participando en el Grupo de Cooperación Espacial Árabe, dijo Mohamed Ibrahim Al Aseeri, director ejecutivo de la agencia espacial de Bahréin.
La capacidad de Irán para lograr tales objetivos podría depender del resultado de las negociaciones con Estados Unidos. El hecho de que ambas partes siquiera estén dialogando es significativo, afirmó HA Hellyer, investigador principal del Centro para el Progreso Americano en Washington. “Estas fueron conversaciones preliminares, por lo que no cabía esperar mucho contenido, pero lo que sucedió fue, aun así, muy simbólico”, añadió.