Villahermosa, Tabasco. En el marco de un encuentro académico organizado por la Universidad Popular de la Chontalpa, la magistrada Ana María Ibarra Olguín enfatizó la necesidad de transformar el Poder Judicial para garantizar una justicia con equidad, sentido social y responsabilidad institucional.
Durante su conferencia magistral, destacó que el sistema de justicia en México debe dejar de ser percibido como elitista y distante, para convertirse en una verdadera herramienta de cambio social.
“La justicia no puede seguir siendo un privilegio inaccesible ni una promesa vacía. En un país con tantas desigualdades, es inaceptable que el Poder Judicial permanezca ajeno a las necesidades de la ciudadanía. Necesitamos jueces y juezas que entiendan que su labor no es solo aplicar la ley, sino garantizar que esta se interprete con equidad y sensibilidad social”, afirmó Ibarra Olguín.
En su intervención, destacó que la renovación del Poder Judicial pasa por reconocer que la equidad debe ser un principio rector en todas las decisiones judiciales.
“Requerimos jueces capaces de advertir las vulnerabilidades de los grupos más oprimidos y de responder con sentencias que nivelen la cancha. La equidad no es una concesión, es un mandato constitucional y un imperativo moral”, subrayó.
Asimismo, reiteró que la justicia con equidad exige no solo decisiones técnicamente impecables, sino también accesibles y comprensibles para la ciudadanía. “Las personas deben poder entender y confiar en las resoluciones judiciales. Para ello, necesitamos jueces que no se refugien en tecnicismos ni en formalismos excesivos, sino que prioricen soluciones justas y efectivas”, agregó.
La magistrada también se refirió a la responsabilidad institucional de los jueces, destacando la importancia de que el Poder Judicial actúe en coordinación con otros poderes del Estado en la protección de los derechos humanos. “Los tribunales no pueden ser obstáculo para el cambio social, deben ser sus garantes”, sentenció.
Al abordar el concepto de justicia con equidad, Ibarra Olguín explicó: “la justicia con equidad no es dar lo mismo a todos, sino garantizar que cada persona reciba lo necesario para ejercer plenamente sus derechos. No podemos tratar de la misma manera a quienes parten de condiciones desiguales. La función de los jueces es equilibrar esa balanza, asegurando que la ley proteja especialmente a quienes han sido históricamente marginados”.
Finalmente, hizo un llamado a la comunidad académica y jurídica a seguir impulsando una justicia con equidad, que sea realmente accesible para todas y todos. “Solo así podremos recuperar la confianza del pueblo en sus instituciones y garantizar que la justicia no sea una utopía, sino una realidad cotidiana”, concluyó.