El apoyo del presidente estadounidense Donald Trump a la compañía de vehículos eléctricos de Elon Musk podría terminar haciéndole daño.
Los inversionistas de Tesla celebraron el martes cuando Trump salió en defensa del asediado y boicoteado fabricante de automóviles de Musk, y elogió al director general de Tesla en una conferencia de prensa celebrada junto a cinco vehículos de la compañía alineados en la entrada de la Casa Blanca.
Trump señaló que Musk era un “patriota” y anunció que incluso había comprado uno de sus automóviles, en lo que representa una muestra de apoyo que puede haber contribuido a que las acciones de Tesla cerraran la jornada al alza tras el desplome sufrido un día antes.
Sin embargo, los expertos advirtieron que el inusual apoyo de un presidente a una compañía privada podría resultar contraproducente.
“Tesla se está convirtiendo en un símbolo político de Trump y DOGE, y eso es algo malo para la marca”, afirmó el analista financiero de Wedbush Securities, Dan Ives, utilizando las siglas en inglés del Departamento de Eficiencia Gubernamental dirigido por Musk. “Él cree que está ayudando, pero en realidad está perjudicando”.
Trump respalda a Musk ante mercados
Las acciones de Tesla comenzaron a subir desde la apertura de los mercados el martes después de que Trump publicó durante la noche en su plataforma Truth Social que Musk estaba “arriesgando todo” para ayudar al país.
Trump afirmó en la publicación que los “locos de la izquierda radical” estaban intentando “boicotear ilegalmente y de forma colusoria a Tesla, uno de los grandes fabricantes de automóviles del mundo, y el ‘bebé’ de Elon, para atacar y hacer daño a Elon, y a todo lo que representa”.
Unas horas más tarde, las acciones de Tesla subieron aún más cuando Trump anunció en la Casa Blanca que él mismo había comprado un vehículo de la compañía.
“No me gusta lo que te está pasando”, dijo Trump y eligió un vehículo Model S rojo, que tiene un precio de 80 mil dólares. Mientras se acomodaba en el asiento del conductor, el mandatario exclamó: “Vaya. Es hermoso”.
Acciones de Tesla suben tras apoyo de Trump
Las acciones cerraron con una ganancia de casi el 4 por ciento el martes, luego de que en la víspera se produjera una de las peores ventas en un solo día de la historia de Tesla.
Tesla se ha visto afectada este año por la competencia de vehículos eléctricos rivales, particularmente de China. Varios analistas de la industria automovilística también han señalado la estrecha asociación de Musk con Trump y con causas de extrema derecha a nivel mundial.
Los concesionarios de Tesla en Estados Unidos han sido asediados por manifestantes y sus vehículos han sido víctimas de actos de vandalismo en la calle. Los propietarios de vehículos Tesla, tal vez en un intento de evitar ser blanco de ataques, han colocado etiquetas en sus autos con mensajes como: “Lo compré antes de que Elon se volviera loco”.
Las acciones han caído un 45 por ciento en 2025 y el lunes se desplomaron más de un 15 por ciento a 222,15 dólares, el nivel más bajo desde finales de octubre, lo que refleja un nuevo pesimismo a medida que las ventas se desploman en todo el mundo.
Musk inyectó 270 millones de dólares a la campaña de Trump de cara a las elecciones presidenciales de 2024, apareció en el escenario con él y celebró su triunfo sobre la candidata demócrata Kamala Harris en noviembre.
Los títulos de Tesla se dispararon a 479 dólares la acción a mediados de diciembre, pero desde entonces han perdido el 48 por ciento de su valor.
¿Cómo podría afectar el apoyo de Trump a Tesla?
Esa caída podría afectar a la compañía el año que viene de dos maneras:
En primer lugar, Tesla ofrece a muchos de sus trabajadores la posibilidad de comprar acciones a un precio con descuento como una forma para incentivarlos.
Pero con la fuerte caída de las acciones, este precio con descuento ofrecido el año pasado es en muchos casos superior al actual, lo que significa que no hay descuento alguno y el incentivo carece de valor.
En segundo lugar, la caída del precio podría limitar la capacidad de Tesla para recaudar dinero mediante la venta de acciones de nueva creación a los inversores para financiar la investigación y la expansión.
En 2020, la empresa vendió acciones por valor de 12 mil millones de dólares mientras construía fábricas en Berlín y Texas y volcaba dinero en la tecnología de conducción autónoma.
La caída del precio de las acciones significa que obtendrá mucho menos en ingresos en cualquier oferta secundaria futura, aunque la caída de las ventas significa que puede que no necesite expandirse pronto.
Musk se ha convertido en el rostro del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE), que ha llevado a cabo acciones para reducir el personal del gobierno federal. El departamento ha prometido despidos masivos de trabajadores federales y tiene como objetivo reducir drásticamente el gasto gubernamental.
La implicación de Musk ha planteado un problema familiar para los accionistas de Tesla: Que el director general, que también dirige varias otras empresas, está demasiado distraído para centrarse plenamente en su compañía de vehículos eléctricos.
Algunas de las otras compañías de Musk también han tenido problemas recientemente. Su plataforma de redes sociales X dejó de funcionar varias veces el lunes, lo que Musk calificó de un ciberataque “masivo”.
Sin embargo, al igual que ha hecho con el gobierno federal ahora, Musk previamente había recortado drásticamente el número de empleados en X y los expertos en tecnología ya habían advertido que la compañía era vulnerable.
La semana pasada, un cohete lanzado por SpaceX de Musk explotó y se desintegró sobre Florida, aproximadamente dos meses después de que otro cohete de la compañía fallara.