El avance del proceso desinflacionario, el comportamiento del tipo de cambio, la debilidad económica y los posibles impactos por políticas comerciales a nivel global permitirían al Banco de México (Banxico) continuar con los recortes a la tasa de referencia de forma acelerada.
Analistas difieren en el ritmo de bajas que debería tener el banco central, ya que, por un lado, hay quienes ven que hay condiciones para flexibilizar aún más la postura monetaria, pero otros recomiendan poner atención al alza de la inflación que se ha observado.
En su tercer anuncio de decisión de política monetaria del año, la Junta de Gobierno de Banxico, por unanimidad, recortó en 50 puntos base el referencial, como lo hizo en las dos ocasiones previas, para dejarla en 8.50 por ciento. Aseguró que se dejó atrás el episodio inflacionario y que la nueva etapa requiere de menores niveles de la tasa.
“La Junta de Gobierno estima que hacia delante podría continuar con la calibración de la postura monetaria y considerar ajustarla en magnitud similar. Prevé que el entorno inflacionario permita seguir con el ciclo de recortes, si bien manteniendo una postura restrictiva”, expuso el comunicado del anuncio.
Afirmó que se tomarán en cuenta los efectos de la debilidad de la actividad económica y la incidencia de la postura monetaria restrictiva.
Si bien Banxico mantiene la expectativa de que la inflación general converja a la meta en el tercer trimestre de 2026, elevó sus pronósticos de inflación general y subyacente en dos y tres trimestres, respectivamente, debido a un incremento mayor al anticipado en la inflación de las mercancías.
Sorpresa en próximos ajustes
La decisión de Banxico era ampliamente esperada por el mercado. La sorpresa fue que dejara la puerta abierta a otro recorte de medio punto para la próxima reunión.
Ricardo Aguilar, economista en jefe de Invex, esperaba un mensaje de moderación en los recortes por parte de la Junta de Gobierno, porque el balance de riesgos ha cambiado en relación con México y a futuras decisiones de la Fed.
“La desaceleración económica debería contener el avance de los precios, lo estamos viendo en la parte de servicios; sin embargo, en mercancías hay un repunte importante por una base de comparación muy baja respecto al año pasado y un entorno de mayores riesgos en los precios”, manifestó en entrevista con El Financiero Bloomberg.
Analistas de Monex subrayaron que a futuro será importante monitorear el progreso de la inflación, así como los mensajes que reflejen las minutas de la actual decisión de política monetaria y a posibles novedades del tema comercial.
Andrés Abadía, economista jefe para Latinoamérica en Pantheon Macroeconomics, señaló que Banxico dejó claro que seguirá con recortes solo “si el entorno inflacionario lo permite”, por lo que su insistencia en mantener una postura restrictiva hasta que la inflación esté encaminada hacia la meta refleja las lecciones del reciente episodio inflacionario.
Sin embargo, Alfredo Coutiño, director para América Latina en Moody ‘s Analytics, indicó que el banco central corre un riesgo innecesario al acelerar el retiro del freno monetario en un entorno de creciente brecha inflacionaria.
“Aunque el argumento del banco detrás del relajamiento monetario ha sido su creencia de que la inflación va a ceder como resultado de la desaceleración económica, la verdadera razón más bien parece ser su preocupación por el creciente riesgo de recesión”, aseveró.
Riesgos inflacionarios
Banxico consideró que el balance de riesgos respecto de la trayectoria prevista para la inflación en el horizonte de pronóstico, si bien se mantiene sesgado al alza, ha mejorado conforme los choques globales se han ido resolviendo.
Entre los riesgos al alza se encuentran la depreciación cambiaria, disrupciones por conflictos geopolíticos o políticas comerciales, persistencia de la inflación subyacente, presiones de costos y afectaciones climáticas.
Entre los riesgos a la baja, mencionó una actividad económica menor a la anticipada, un menor traspaso de algunas presiones de costos y que el traspaso de la depreciación cambiaria a la inflación sea menor al anticipado.