Boeing acordó la venta de su unidad de navegación aérea y activos relacionados a Thoma Bravo por 10 mil 600 millones de dólares en efectivo, la primera gran transacción de cartera bajo la dirección del director ejecutivo, Kelly Ortberg, en su intento por apuntalar las finanzas del fabricante de aviones.
La operación incluye también las filiales ForeFlight, AerData y OzRunways, según un comunicado del martes que confirma un informe de Bloomberg News. Bajo la propiedad de Thoma Bravo, Boeing seguirá capturando los datos necesarios para los servicios de mantenimiento, reparación y diagnóstico.
Jeppesen, que proporciona planes de vuelo interactivos, es rentable y cuenta con una amplia base de clientes, desde compañías aéreas hasta pilotos aficionados.
El negocio, que Boeing adquirió en 2000 por mil 500 millones de dólares, es uno de los activos de los que el fabricante de aviones está tratando de deshacerse para reducir su deuda de 58 mil millones de dólares y recuperarse de una serie de errores.
Las acciones de Boeing, que publicará sus resultados el miércoles, subían hasta un 2.3 por ciento a las 9:54 de la mañana en Nueva York.
El acuerdo supone el mayor acuerdo de Ortberg hasta la fecha para reducir la gama de negocios y dar prioridad a las operaciones principales de Boeing, la fabricación de aviones de pasajeros y aviones militares. Ortberg, que asumió el cargo el año pasado tras una importante remodelación de la cúpula directiva, ha afirmado que su intención no es realizar recortes drásticos en sus operaciones.
¿Qué se sabe de las filiales que vendió Boeing?
Con los demás activos, la venta alcanzó un precio superior al previsto inicialmente. ForeFlight, la filial, una aplicación de navegación aérea, es ampliamente utilizada por pilotos aficionados. Boeing compró la empresa en 2019. OzRunways es una app que ayuda a los pilotos a estar al tanto de los voluminosos NOTAM, o avisos de la Administración Federal de Aviación a los aviadores.
El año pasado, Boeing recaudó 21 mil 100 de dólares millones en una venta ampliada de acciones, una de las mayores transacciones de este tipo realizadas por una empresa no cotizada en bolsa, mientras Ortberg intentaba evitar una posible rebaja de la calificación crediticia a grado especulativo.
Thoma Bravo se impuso a otras empresas de capital riesgo que estaban interesadas en Jeppesen. Bloomberg informó en enero que entre los pretendientes se encontraban Advent, Blackstone, Carlyle Group, Veritas Capital y Warburg Pincus.
La unidad también había atraído el interés de empresas como Honeywell International, TransDigm Group, RTX Corp y GE Aerospace, así como de las firmas de capital riesgo Carlyle Group y Warburg Pincus, según informó Bloomberg News.