Canadá ha suspendido efectivamente casi todos sus aranceles de represalia sobre productos estadounidenses, reduciendo los riesgos de inflación y mejorando sus perspectivas de crecimiento, según Oxford Economics.
En marzo, el gobierno impuso nuevos impuestos de importación del 25 por ciento a aproximadamente 60 mil millones de dólares canadienses (43 mil millones de dólares estadounidenses) en productos fabricados en Estados Unidos, en respuesta a la primera ronda de aranceles de la administración Trump.
Canadá también tomó represalias contra los aranceles estadounidenses a los automóviles a principios de abril, imponiendo sus propios gravámenes a los vehículos estadounidenses.
Pero el gobierno del primer ministro Mark Carney anunció entonces una exención arancelaria de seis meses para los productos utilizados en la fabricación, el procesamiento y el envasado de alimentos y bebidas en Canadá, así como para artículos relacionados con la atención médica, la seguridad pública y la seguridad nacional.
Los fabricantes de automóviles también tuvieron una ventaja: las empresas que fabrican en Canadá, como General Motors, pueden importar algunos vehículos a Canadá sin aranceles. Esas exenciones significan que el aumento de la tasa arancelaria de Canadá sobre Estados Unidos es “casi cero”, según los cálculos de Oxford.
“Es una estrategia muy estratégica por parte de un nuevo primer ministro decir con firmeza: ‘No vamos a tomar represalias‘”, declaró Tony Stillo, director de Economía de Canadá en Oxford, en una entrevista. “Es una estrategia del gobierno para no perjudicar la economía canadiense”.
Siguen vigentes aranceles de represalia sobre algunos productos estadounidenses, incluidos alimentos como jugo de naranja, alcohol y café, además de ropa y cosméticos.
Mark Carney suspende aranceles… para impulsar la economía de Canadá
Carney luchó y ganó una elección el mes pasado al convencer a millones de votantes canadienses de que era el mejor candidato para manejar una guerra comercial con Estados Unidos, que compra alrededor de tres cuartas partes de las exportaciones de Canadá.
El primer ministro afirmó que Canadá deberá fortalecer su economía nacional —en parte mediante iniciativas de infraestructura y vivienda respaldadas por el gobierno— y buscar nuevas alianzas comerciales y de seguridad con otros países.
Sin embargo, también dejó claro que no respalda necesariamente las represalias de “dólar por dólar”, que el ex primer ministro Justin Trudeau afirmó apoyar en principio.
Un portavoz del ministro de Finanzas, François-Philippe Champagne, cuyo departamento es responsable de administrar las tarifas, no respondió a una solicitud de comentarios sobre el informe de Oxford.
Oxford aún prevé que la economía canadiense entrará en recesión este año, pero elevó su pronóstico de crecimiento al 0.9 por ciento para este año y al 0.3 por ciento para el próximo. El gasto público debería amortiguar el impacto de la guerra comercial, según la firma.
Se prevé que la tasa de inflación aumentará brevemente al 3 por ciento en 2026, pero debería moderarse rápidamente.