La tecnología, como forma de utilizar el saber colectivo para mejorar la calidad de vida, siempre ha estado ligada con las grandes disrupciones en la evolución de la civilización, -la imprenta, agricultura, máquina de vapor, electricidad-, han cambiado notablemente el modo de vivir de muchas generaciones.
Hoy se han conjuntado el internet, la nanotecnología, la computación cuántica, las redes neuronales, grandes modelos de lenguajes, y otras tecnologías digitales (TD), para lograr uno de los avances tecnológicos de más impacto en la evolución de la civilización moderna. Las TD han empoderado al individuo, generado bienestar social, importantes crecimientos económicos y financieros, pero también han impulsado revoluciones sociales, manipulación de las masas y han desequilibrado democracias.
A diario se ven los grandes beneficios que trae la inteligencia artificial (IA) a la mercadotecnia, a las finanzas, a la productividad, a la medicina y a los procesos educativos, pero, según los expertos, en los últimos 3 años la Inteligencia Artificial Generativa, (IAG) ha crecido en una forma desproporcionada, nunca imaginada ni aun por sus creadores, y se estima que este año pueda alcanzar niveles de avance y desempeño equivalentes al 80% de humanos expertos (Eurasia, Group 2025) aunque, según ellos, es todavía muy difícil predecir el impacto que va a tener y cuándo va a ocurrir.
Un efecto impactante de la IAG será la sustitución masiva de empleos; aunque se diga que: “los profesionistas no están compitiendo con agentes inteligentes, sino con las personas que los programan”, en un futuro cercano, muchos de los programadores y toda persona que dependa totalmente en su profesión u oficio de tecnologías digitales, tiene alta probabilidad de ser remplazada por sistemas expertos inteligentes.
Es importante reconocer que la mayor amenaza que está ocurriendo es la creación de una “oligarquía tecnológica”. En un artículo que publiqué (El Financiero, agosto 2021) describí este concepto como una posible amenaza y hoy es una realidad. Se está concentrando el poder económico, financiero y político, generando divisiones, brechas socioeconómicas-digitales enormes, difícilmente reparables, debido al interés de unos pocos, produciendo efectos perversos en la vida de todos.
Hoy, como nunca, el poder está concentrado no sólo en lo militar, económico, o financiero, sino también en el “poder tecnológico de unos pocos”
Estas son algunas de las razones por las que han posicionado a la IAG como un riesgo mundial (Eurasia Group 2025), por su capacidad de autonomía que está adquiriendo en la toma de decisiones, para iniciar desastres mundiales, fraudes bancarios masivos; en pocas palabras, se está saliendo de control y puede ser manipulada prácticamente desde cualquier lugar y por cualquier grupo con intenciones maliciosas (Economist, Jul 15 2023).
Pero, ¿qué ocurrirá en países como México? donde han sido seguidores de estas TD, que no han sido diseñadas para nuestras condiciones-pais, pero si están teniendo una enorme influencia como ninguna otra en la política social y económica, en la productividad y en el empleo del pais.
El impacto iniciará cuando las empresas e instituciones aprendan a utilizarlas, a adoptarlas, a invertir en investigación y desarrollo, y a incorporarlas en sus flujos de trabajo, y los reguladores gubernamentales entiendan que actualmente es un área prioritaria que merece gran atención y que tiene gran influencia en la democracia, en los “sistemas” de salud, educación y producción, y en los sistemas sociales masivos, sensiblemente manipulables por las “oligarquías”, que pueden ocasionar un daño increíble si se deja que los agentes inteligentes tomen decisiones autónomas, ya que pueden ser manipulados por unos pocos y, desvanecer la línea entre lo éticamente correcto y lo incorrecto, causando caos y daños estructurales, principalmente en las sociedades mas vulnerables.
Sin embargo, creo que en América latina (AL) estas tecnologías tendrán un efecto retardado, dado que la mayoría de los trabajos, físicamente exigentes, tardarán en ser remplazados por las maquinas, aunque si afectaran a la mayoría de los empleos de la burocracia gubernamental, que ya están siendo sustituidos por sistemas inteligentes.
Por medio de la educación se debe de potenciar la formación del individuo y no sólo entretenerlo temporalmente con aplicaciones novedosas que manejan un contenido volátil, no validado, degradado y mediocre, de fácil acceso y fomentando así una dañina dependencia, que resta libertad de pensar y de crear a toda la sociedad.
En AL se debe legislar, regular y aplicar el estado de derecho, pues el mensaje es claro: el pais que domine la industria de la IA no sólo dominará su economía, sus finanzas, su democracia, sino también tendrá una ventaja económica y política considerable sobre los recursos de otras naciones.
El autor es Profesor Emérito de EGADE Business School del Tecnológico de Monterrey.
Contacto: cscheel@tec.mx