Mientras la producción petrolera mexicana va en picada, otras naciones latinas como Guyana están poniendo el ejemplo.
En 2020, Guyana obtuvo apenas mil millones de dólares en exportaciones petroleras, Mientras que México ingresó casi 15 veces dicho monto.
Sin embargo, el año pasado Guyana exportó crudo por un monto total de 18 mil millones de dólares, muy cerca de los 21 mil 800 millones de dólares que ingresó México por su exportación.
El éxito de Guyana ha sido posible gracias a que su gobierno ha creado un marco regulatorio atractivo para las empresas petroleras, ofreciendo incentivos fiscales y permisos que facilitan la inversión.
Firmas como ExxonMobil, Hess y CNOOC han realizado inversiones millonarias con el uso de tecnologías modernas en la exploración y extracción maximizando la producción y reduciendo costos, lo que ha hecho que los proyectos sean económicamente viables.
El aumento de la demanda mundial de petróleo ha impulsado el interés por las nuevas fuentes de producción, incluyendo las que se encuentran en Guyana.
Expertos coinciden en que, de mantenerserse las inversiones estratégicas focalizadas en incrementar la producción de hidrocarburos, Guyana muy pronto se unirá a las principales potencias petroleras de la región.
En México, las decisiones políticas y las regulaciones futuras jugarán un papel crucial en los próximos años.
El futuro petrolero del País dependerá de cómo se manejen estos desafíos y se aprovechen las oportunidades que se presenten.
El autor es presidente del Clúster Energético de Nuevo León, y presidente de Grupo Energéticos (Energex), empresa líder en la distribución de combustibles en México.