El presidente Donald Trump quizás está perdiendo de vista que él no tiene la posición de mayor fuerza en su inexplicable juego de aranceles, la presidenta Claudia Sheinbaum guarda un arma que será útil durante los difíciles días que vienen: es impresionantemente popular.
Supera claramente también en ese rubro al primer ministro Justin Trudeau, de Canadá, y ese arrastre en casa puede conferir a la mexicana una fuerza imprevista para sus homólogos.
Claro que Estados Unidos representa la mayor potencia militar y económica, pero Trump controla ese poder porque es muy popular, o lo fue durante los primeros días de su mandato. Eso está cambiando.
Un político es popular hasta que los votantes de su país dejan de apoyarlo. ¿Mantendrá Trump el suficiente apoyo para aplicar los aranceles por mucho tiempo?
Hasta el momento en el que este texto fue escrito, Canadá, Estados Unidos y México estaban en camino a romper en los hechos su región de libre comercio. El T-MEC será para fines prácticos un buen deseo de relación económica.
Por iniciativa de Trump, su país impuso aranceles del 25 por ciento a productos provenientes de sus socios comerciales a partir de hoy. Aún sin aranceles en efecto, sus avisos ya provocaron un daño que los consumidores detectarán muy pronto.
Ayer surgieron datos técnicos que revelan un golpe para los estadounidenses y para sus vecinos. Va un ejemplo:
El PMI manufacturero bajó a 50.3 en febrero desde 50.9 en enero, dijo el Institute for Supply Management (ISM). Se basa en lo que dicen los gerentes de compras, y es también uno de los primeros indicadores que se publican para cubrir el primer mes completo del presidente Trump en el cargo.
¿Qué rayos significa eso? Que las fábricas en Estados Unidos están pisando el freno.
Que algunos aprovecharon el momento para vender caro ante la amenaza de los aranceles y eso elevó los precios de insumos. Es el alza de precios con inflación, un aviso de “estanflación”. Ese impacto será trasladado pronto a nosotros los compradores.
Una lectura la brindó Liz Young Thomas, directora de estrategia de inversión en la financiera SoFi, citada por The Wall Street Journal:
“El PMI manufacturero del ISM de febrero fue estanflacionario: hubo grandes caídas en los nuevos pedidos y el empleo, las entregas de proveedores impulsaron la cifra principal al máximo desde agosto de 2022 (es decir, ¿aranceles adelantados?)”.
Esa situación provocada es inconveniente para todos y los tres mandatarios enfrentarán por esta misma razón una presión política proveniente de los estantes.
Esa presión no vendrá de afuera, será interna, de sus propios votantes. La población de cada una de esas naciones juzgará a su presidente en función de cómo les vaya en la caja del súper.
¿Quién puede tolerar más golpes inflacionarios? ¿Trump, Trudeau o Sheinbaum?
Dejemos de lado las subjetividades. Sheinbaum tendrá el mayor ‘colchón’.
Una encuesta publicada ayer por El Financiero, elaborada por Alejandro Moreno, reveló que 85 por ciento de los mexicanos aprueban a la mandataria.
No hay registro de persona alguna a cargo de la Presidencia de México con ese nivel de aprobación. Ni Andrés Manuel López Obrador.
En Estados Unidos, la aprobación de Donald Trump cayó del 47 por ciento, al 44 por ciento, en menos de un mes concluido a la mitad de febrero, de acuerdo con una encuesta de Reuters Ipsos.
Ese presidente prometió en campaña atacar la inflación. La encuesta revela que solamente 32 por ciento de los estadounidenses aprueba su trabajo en la materia.
Justin Trudeau ha aprovechado recientemente discursos nacionalistas para reponerse en las encuestas, pero su Partido Liberal está todavía lejos de los conservadores. Hoy, solamente 31 por ciento de los canadienses votaría por el partido del primer ministro; sus adversarios están por arriba del 40 por ciento, de acuerdo con un compendio informativo de CBC News.
Sheinbaum cuenta con una popularidad que le permitirá soportar presiones y responder asertivamente a Trump durante las siguientes semanas.
En este peligroso juego de “gente dura” que juega Trump, las acciones de la mandataria mexicana parecen revelar que conoce su posición de fuerza.