El presidente Donald Trump a menudo ha sido hostil con las principales empresas tecnológicas y sus directivos, describiendo a Facebook como un “enemigo del pueblo” y a Jeff Bezos como “Jeff Bozo” (o sea, Jeff Bobo). Pero luego de que los líderes tecnológicos desembolsaron dinero para su ceremonia de investidura, Trump les asignó lugares de honor en la toma de posesión el 20 de enero. Y si bien es agradable ser invitado a la fiesta, ese no era el objetivo final: hay muchas cosas que el sector quiere y espera de Trump en los próximos cuatro años. Este es un resumen de lo que les interesa en ese juego de reciprocidades, en el baile del toma y daca.
● Elon Musk
CEO de Tesla y SpaceX; dueño de la red social X
Lo que dio: Musk donó al menos 245 millones de dólares a la campaña presidencial de Trump y a los comités de acción política afines, al tiempo que le brindó un apoyo personal entusiasta y constante y una red social ‘MAGAficada’.
Lo que consiguió: Musk tiene la confianza del presidente. También tiene un papel al frente del recién formado Departamento de Eficiencia Gubernamental, cuyo verdadero poder aún está por ver. Algunos aliados del hombre más rico del mundo han sido designados para dirigir la NASA (Jared Isaacman) y la Comisión Federal de Comunicaciones (Brendan Carr).
Lo que quiere: El gobierno federal es el cliente más importante de Space Exploration Technologies Corp. y su subsidiaria satelital, Starlink, ambas propiedad de Musk. El imperio de Musk también podría beneficiarse de 1) un enfoque permisivo hacia los autos autónomos, lo que favorecería a Tesla; 2) el impulso y financiamiento que la Comisión Federal de Comunicaciones proveería a Starlink para que crezca; y 3) menos obstáculos regulatorios para SpaceX, su empresa de túneles Boring Co., y su última startup, xAI. La cereza del pastel sería que Trump cumpliera su promesa de enviar astronautas a Marte, cumpliendo así una larga aspiración de Musk.
● Jeff Bezos
Fundador de Amazon.com y Blue Origin; propietario del Washington Post
Lo que dio: Amazon.com donó un millón de dólares al comité de investidura de Trump. El diario Washington Post se negó a respaldar a un candidato presidencial, una decisión que, según Bezos, tenía como fin evitar crear “una percepción de parcialidad”, aunque muchas personas, incluida una cantidad sustancial de exsuscriptores del Post, lo vieron como una concesión a Trump. Amazon también ha adquirido los derechos exclusivos para hacer un documental sobre la primera dama Melania Trump, quien será productora ejecutiva del proyecto.
Lo que consiguió: Bezos tuvo un asiento destacado en la toma de posesión, junto con su pareja Lauren Sanchez. Bezos dijo a finales del año pasado que era “muy optimista” sobre la administración entrante y que Trump parece “más seguro, más estable”.
Lo que quiere: Lina Khan, la presidenta de la Comisión Federal de Comercio en la administración de Joe Biden, ganó fama cuando todavía era estudiante de derecho al argumentar que Amazon representaba una nueva amenaza monopólica. Al frente de la Comisión, presentó una demanda alegando que la compañía opera un monopolio ilegal. Incluso con la salida de Khan, un juez ha dictaminado que la empresa debe afrontar la demanda. A Amazon le gustaría alcanzar un acuerdo que mantenga el caso fuera de los tribunales. También enfrenta decenas de quejas de la Junta Nacional de Relaciones Laborales, principalmente por el trato a los trabajadores de sus almacenes. La empresa niega cualquier irregularidad y ha impugnado la constitucionalidad de la Junta. Amazon Web Services, la división de computación en la nube, es un importante contratista del ejército estadounidense, y la compañía espacial de Bezos, Blue Origin, también está compitiendo por contratos.
● Mark Zuckerberg
CEO de Meta
Lo que dio: Meta Platforms Inc. contribuyó con un millón de dólares a la ceremonia de investidura. El apoyo de Zuckerberg a Trump ha sido cada vez más público, este verano describió la respuesta del entonces candidato al atentado (una bala le rozó la oreja) como “una de las cosas más tremendas que he visto en mi vida”. Zuckerberg recientemente realizó cambios significativos en las políticas antidesinformación de Meta, eliminando medidas que durante mucho tiempo fueron motivo de queja por parte de Trump.
Lo que consiguió: Trump ya no amenaza con encarcelar a Zuckerberg de por vida y, en cambio, le dio un asiento preferente en la toma de posesión. Después de que Zuckerberg sugiriera presionar a Europa para que suavizara las medidas regulatorias contra las empresas tecnológicas estadounidenses, Trump incorporó el tema en su discurso ante el Foro Económico Mundial el 23 de enero.
Lo que quiere: Meta busca hacer muchos negocios con el gobierno federal, incluidos modelos de inteligencia artificial que está promoviendo ante agencias federales y contratistas de defensa. Por otro lado, la Comisión Federal de Comercio tiene abierta una causa antimonopolio contra la empresa que podría obligarla a vender WhatsApp e Instagram, el juicio se llevará a cabo en abril. Zuckerberg se beneficiaría de una relajación del embite antimonopolio de la era Biden. Algunas acciones que podrían favorecer a Meta, como una prohibición de Tik Tok y la adopción gubernamental de sus modelos de IA, afectan los intereses de otros magnates tecnológicos cercanos al presidente.
● Tim Cook
CEO de Apple
Lo que dio: Cook fue prácticamente el único ejecutivo tecnológico que apoyó a Trump en su primer mandato. El CEO de Apple también hizo una donación personal de un millón de dólares al comité de investidura para el segundo mandato de Trump.
Lo que consiguió: Trump, claramente complacido por las atenciones de Cook, lo elogió públicamente como “un muy buen hombre de negocios”. Durante su primer mandato, Trump redujo los aranceles sobre los componentes que Apple necesitaba de China. Cook asistió al acto de investidura; su asiento estaba ligeramente alejado de los de sus pares.
Lo que quiere: Apple enfrenta de nuevo la posibilidad de convertirse en daño colateral en una guerra comercial con China, donde se ensamblan más del 80 por ciento de sus iPhones, según Bloomberg Intelligence. La relación personal de Cook con Trump lo coloca en una posición sólida para mitigar nuevamente el impacto en las operaciones manufactureras de su empresa. Apple también se enfrenta a una investigación antimonopolio; como el caso todavía está en sus primeras etapas, el nuevo gabinete de Trump podría decidir llegar a un acuerdo o desestimar el caso.
● Sundar Pichai
CEO de Alphabet
Lo que dio: Alphabet Inc. hizo una contribución de un millón de dólares al comité de investidura.
Lo que consiguió: Pichai fue colocado entre Bezos y Musk en la toma de posesión. El cofundador de Google, Sergey Brin, también fue invitado.
Lo que quiere: Los dos casos antimonopolio del Departamento de Justicia de Estados Unidos contra la empresa de Pichai están más avanzados que el litigio contra sus pares. Los casos podrían derivar en una orden de disolución, pero los funcionarios entrantes nombrados por Trump en el Departamento de Justicia tienen la facultad de cambiar los correctivos que quiere imponer el Departamento. Google también tiene una lista de deseos para la regulación de la inteligencia artificial que incluye adaptar las leyes existentes en lugar de crear nuevas y evitar la creación de un regulador específico de la IA.
● Shou Zi Chew
CEO de TikTok
Lo que dio: El multimillonario Jeff Yass, megadonante del Partido Republicano y cuya firma posee una participación del 15 por ciento en la tecnológica china ByteDance (matriz de TikTok), se ha convertido en un aliado y asesor cercano de Trump. Después de intentar prohibir TikTok en su primer mandato, Trump ha dicho recientemente que ahora le tiene “cariño” a la plataforma, viéndola como una forma efectiva de circular contenido favorable a su gobierno.
Lo que consiguió: Chew se sentó una fila detrás de los otros ejecutivos de la industria el día de la toma de posesión. Trump también firmó una orden ejecutiva para retrasar la entrada en vigor de una ley que prohibía TikTok a partir del 19 de enero si ésta no hubiera encontrado un nuevo propietario sin vínculos con China.
Lo que quiere: Las operaciones estadounidenses de TikTok aún enfrentan una amenaza existencial que Chew quisiera ver eliminada lo antes posible. En el mejor de los casos, la orden de Trump pospone el veto de la aplicación. La solución permanente aún está en veremos, Trump ha dicho que quiere impulsar una empresa conjunta entre ByteDance y un inversor estadounidense.
—Con Josh Eidelson, Loren Grush y Leah Nylen
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