Las Pequeñas y Medianas empresas (PyMes) de México enfrentan importantes retos para consolidarse como proveedoras del sector automotriz, un paso crucial para incrementar la sustitución de importaciones y alcanzar los objetivos del Plan México, presentado por el Gobierno federal, consideró Manuel Montoya, director general del Clúster Automotriz de Nuevo León (Claut).
Montoya mencionó que, uno de los principales desafíos es el acceso a financiamiento competitivo, ya que las tasas de interés en el país son elevadas en comparación con las de Estados Unidos (EU) limitando la capacidad de crecimiento de las empresas nacionales.
“Estamos totalmente preparados (para sustituir importaciones). Creo que es un plan ambicioso, y ojalá todos sepamos hacer nuestra parte para que realmente se consigan los objetivos planteados. Hay muchos retos. Sí, tenemos pymes que ya están listas y que trabajan con empresas transnacionales, pero podemos subir más”, indicó Montoya.
Agregó que, “un tema crítico que se menciona poco, pero que es importante, es el acceso a financiamiento competitivo. En México, el dinero es caro; la pyme mexicana compite con la pyme extranjera, que tiene acceso a créditos más baratos”.
“Mientras la tasa de referencia en México ronda el 10 por ciento, en EU es del cuatro por ciento, generando un costo adicional del seis por ciento para las mexicanas “es un tema estructural que debemos resolver para ser más competitivos”.
Además del financiamiento, el experto destacó la necesidad de desarrollar programas de apoyo específicos que permitan a más pymes integrarse a las cadenas de suministro de la industria automotriz y requieren acompañamiento para cumplir con los estándares de calidad y eficiencia que exige el sector.
De acuerdo con el director del Claut, actualmente, la industria automotriz en las regiones del noreste y noroeste del país presenta un nivel de integración nacional de entre 25 y 30 por ciento, mientras que en otras zonas apenas alcanza el 5 por ciento. Estas cifras evidencian el reto de generar una mayor participación de los proveedores locales en toda la geografía nacional.
En cuanto al Plan México, Montoya destacó que es una iniciativa positiva, ya que fomenta la integración nacional y la reducción de la dependencia de insumos extranjeros. Sin embargo, aún existen incertidumbres sobre su implementación y la manera en que se articularán las acciones con los gobiernos estatales, los clústeres industriales y las asociaciones empresariales.
“El Plan México es muy bueno en términos de integración nacional, pero todavía no sabemos cómo se va a operacionalizar ni qué programas específicos se pondrán en marcha para apoyar a las pymes”, explicó.
Montoya dijo que, a pesar de los retos, las empresas del sector automotriz están técnicamente preparadas para asumir mayores responsabilidades en la sustitución de importaciones, siempre y cuando se generen condiciones adecuadas de financiamiento y apoyo institucional.
Finalmente, Montoya hizo un llamado a todas las partes involucradas a trabajar de manera conjunta para lograr los objetivos del Plan México y consolidar a México como una potencia industrial con una base de proveedores nacionales sólida y competitiva.