Aunque la historia del mazapán, favorito de millones de personas alrededor del mundo, no inició en México, en estos lares lo adoptamos como si fuese uno de nuestros dulces típicos mexicanos gracias a la influencia de una empresa que, hasta el momento, se mantiene como la ‘pionera’ en este manjar: De la Rosa.
Originalmente, este dulce elaborado con una masita a base de cacahuate y azúcar se popularizó en nuestro país gracias a Don Jesús Michel González, quien empezó a distribuir sus productos por México.
Sin embargo, antes se llamaba de otra forma, y el característico nombre que lleva en la actualidad fue gracias a la gente que adquiría sus mazapanes y otros dulces que distribuía.
¿Por qué se llama mazapán De la Rosa?
Hace un año, en enero de 2024, el empresario Enrique Michel, heredero de la empresa de dulces De la Rosa, compartió cómo fue que surgió el nombre de la marca gracias a una ‘advertencia’ que recibió su padre y un anuncio fortuito que cambió el rumbo de la empresa familiar.
Primero, la marca de dulces se llamaba Conitas, con la que se creó el primer mazapán de cacahuate. “Los envolvíamos en papel ‘orito’ (…) es muy brillante, muy bonito, era de aluminio. Entonces, el gobierno empezó a exigir la marca, la dirección y el teléfono”, explicó Michel en el podcast Épicamente, de Pavo Gómez Orea.
Cuando el gobierno hizo aquella petición, su logo se convirtió en tres fresitas, aunque aparentemente no fue la mejor decisión gracias a la competencia.
“Había una fábrica de dulces muy finos (llamada) El Cerezo, y tenía tres cerezas el mazapán (…) Entonces, cuando vio que sacamos las fresas, mandó a su licenciado y le dijo a mi papá: ‘Oiga, don Jesús, usted está sacando en el logo tres fresas que se pueden confundir con tres cerezas’”, le explicaron.
Aunque Enrique asegura que no era cierto que existiera riesgo de confusión, su padre llegó a un acuerdo con el abogado de la empresa El Cerezo en donde le permitirían terminar el tiraje de papel que tenía y lanzar uno nuevo; eran entre 50 y 70 kilos aproximadamente, que se terminarían en una semana.
La inspiración para el mazapán De la Rosa
El nuevo nombre de su producto y marca en general llegaría prácticamente momentos después gracias a la radio y como inspiración de la ciudad de donde era originario Don Jesús Michel: Guadalajara.
“Cuando iba en el carro, después de esa entrevista, dice ‘¿qué le pondré (de nombre)?’. Precisamente cuando iba en el carro oyendo el radio, sacaba un anuncio y decía, ‘Guadalajara, ciudad de las rosas’. Y eso se le grabó (…) le voy a poner una rosa”, mencionó Michel sobre la marca de dulces en la conversación con Pavo.
Pese a que el logo cambió de tres fresas a una rosa, la marca seguía llamándose Conitas. Y con el tiempo, habría un cambio que marcaría el rumbo de la empresa dulcera.
De la Rosa: El nombre que el pueblo le puso a la marca
Después de colocar una rosa roja como logo de Conitas, la gente identificaba más su mazapán por la imagen que por el nombre, y ahí fue donde el empresario mexicano encontró una oportunidad.
“Cuando iba la gente a comprar mazapán (…) Había cuatro, cinco, seis marcas en la vitrina. (Decían) ‘¿Me da un mazapán, señor?‘. ’Sí‘. Agarraba de otra marca (y le decían) ’No, no, no, el de la rosa’”.
Al darse cuenta de que la gente los identificaba como ‘el mazapán de la rosa’, decidió ponerle así a la marca que, hasta ahora, lidera ventas en México de mazapanes.
“Entonces mi papá se puso abusado y dijo ‘de la rosa… pues ahora mi marca va a ser De la Rosa. Y patentó la marca” compartió Enrique Michel.
Eso ocurrió alrededor de la década de los cincuenta, y desde entonces, la empresa creció hasta lo que es hoy: uno de los imperios dulceros más grandes de México, nacido en una familia cien por ciento mexicana.