En México celebramos todos los 30 de abril el Día de la Niñez, y esta celebración siempre es un buen pretexto para recordar uno de los derechos más importantes que tienen, no solo las niñas y los niños en nuestro país, sino todos los mexicanos, el Derecho a la Educación y la obligación del Estado mexicano de garantizarla.
Si bien la Constitución mexicana hace más de un siglo menciona el tema fundamental de la educación, el concepto se ha ido ampliando para hacerlo cada vez más comprensivo, para establecer quiénes son los sujetos del derecho, quiénes los garantes, qué características deben tener y quién debe tener la educación que se imparte en nuestro país. Así pasamos de simplemente de mencionar que “la enseñanza es libre”, en el texto de 1917, a hacerla obligatoria en todos sus niveles e involucrar a todos los órdenes de gobierno.
Pero volvamos a los principales sujetos del derecho a la educación, las niñas y los niños de nuestro país. De acuerdo con datos publicados por el INEGI, en 2022 había 36.3 millones de personas de 0 a 17 años, lo que representa al 28.1% de la población total del país. De ellas, 51.8% eran hombres y 48.2 % mujeres. 3 de cada 10 niñas y niños tenían menos de 6 años y 7 de cada 10 entre 6 y 17 años. Esto quiere decir que más de una cuarta parte de los mexicanos se encuentran en el rango de edad en el que legalmente deben recibir educación inicial, preescolar, primaria, secundaria y media superior; esto representa casi 18 años de escolarización.
¿Qué significa esto en términos del Sistema Educativo Nacional? Pues significa nada más y nada menos que contar con más de 250 mil escuelas de los niveles mencionados para atender la demanda potencial de espacios para esos 36.3 millones de niñas y niños, de acuerdo con datos de MONITO (www.mexicanosprimero.org/monito). También significa que se debe tener una nómina de más de 2 millones de maestras y maestros para cubrir justo lo necesario, pero quedando con pendientes enormes en la enseñanza de idiomas, educación física, educación artística, apoyos técnico pedagógicos y un largo etcétera.
Sin embargo, el más grande pendiente con las niñas y los niños de México, sigue siendo el aprendizaje. Sexenios van y vienen, -con un promedio de 3 secretarios de educación cada uno-, y seguimos sin atender el aspecto fundamental del Derecho a la Educación: que las niñas y los niños aprendan en la escuela. Muestras de estas carencias en el aprendizaje hay muchas, desde la nula mejoría de los resultados de México en la prueba PISA hasta los bajísimos niveles de desempeño registrados en PLANEA o el descenso en los resultados de nuestro país en la prueba ERCE 2019 (la última vez que se participó). En Mexicanos Primero consideramos que estamos ante una oportunidad única de corregir el rumbo para esos 36.3 millones de niñas y niños. Se ve ya un poco de luz al final del túnel con la aceptación de la administración actual de aplicar PISA. La oportunidad mayor será utilizar sus resultados para mejor las políticas educativas y no solamente dejarlos guardados en el cajón, ya que es necesario evaluar, nos guste o no, los resultados.