El Comité Técnico Nacional de Dirección Estratégica del Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF) reflexiona sobre las oportunidades en la ejecución de la Estrategia.
Un proceso de Planeación Estratégica concluye con la definición de objetivos para el negocio, denominados objetivos estratégicos, que buscan generar resultados para incrementar su valor.
La ejecución de la estrategia se enfoca en efectuar las acciones para lograr los objetivos estratégicos, mediante la adopción de nuevos procesos e iniciativas de negocio, así como la modificación en los procesos ya establecidos. Ambos se definen como procesos estratégicos y buscan aportar los resultados de valor.
En nuestra experiencia, la ejecución de la estrategia debe enfocarse en la eficiencia operativa de los procesos para lograr resultados y en el valor que aportan dichos resultados. En este punto surge la importancia de la transformación digital.
Los procesos estratégicos se benefician de la transformación digital como un habilitador de eficiencia operativa e innovación. Las tecnologías como la inteligencia artificial (IA), analítica de datos, procesamiento en la nube, inteligencia de negocios, sistemas integrados de información e internet de las cosas (IoT), entre otros, impulsan los procesos de negocio en función de su alineación con la estrategia.
La utilización de nuevas tecnologías debe estar incorporada a la planeación estratégica, y debe existir una definición clara que cómo se espera generar resultados de valor para negocio, a través de un análisis de relación entre la tecnología a utilizar, los procesos, y su interacción con los objetivos estratégicos.
A partir del análisis de relación, surge la identificación de la eficiencia operativa, que debe enfocar la generación de los resultados esperados, en los tiempos requeridos, y con los costos que el negocio esté dispuesto a pagar. Los costos de la tecnología serán rentables siempre que los resultados obtenidos retribuyan al negocio un valor igual o superior a lo erogado, y en forma agregada mitiguen los riesgos inherentes en los procesos: retrasos, interrupciones y errores.
La adopción de la tecnología en el diseño de nuevos procesos de negocio o modificación y mejora de los procesos actuales ofrece la oportunidad de innovar la operación, entendida como diseñar e implementar formas nuevas de ejecutar los procesos conocidos, o de implantar nuevos procesos que los clientes internos o externos no disponían anteriormente, y su ejecución resuelve necesidades e incrementa la satisfacción del cliente. Una empresa que innova sus procesos se mantiene a la vanguardia operativa, siendo este un diferenciador de valor.
El factor más importante en la ejecución de la estrategia es contar con el personal con competencias para participar en el grupo de implementación. Es recomendable formar un comité de ejecución de la estrategia, integrada por personal con experiencia en los procesos del negocio que se requieren adoptar o modificar, especialistas en tecnología con habilidades en gestión de proyectos, habilidades de comunicación interpersonal y conocimiento técnico en la tecnología que habilitará los procesos, ambas partes con habilidades de gestión del cambio.
Es necesario la inversión constante en educación en tecnología y en las áreas de proceso del negocio. Aunque esta iniciativa implicará un programa periódico de actualización, es una medida que permite asegurar que los participantes en el Comité de Ejecución de la Estrategia cuentan con las competencias para lograr resultados presentes y preparar una visión de futuro que alinea las oportunidades de negocio con sus competencias y con avance en la tecnología.
Columna del Comité Técnico Nacional de Dirección Estratégica IMEF con la misión de promover el pensamiento estratégico en la Dirección de las Empresas que contribuya al desarrollo del país.
Consejero Expresidente del Comité Técnico Nacional de Dirección Estratégica IMEF.
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