Este 2025 “será un año con ruido” por la incertidumbre del impacto que tendrán los aranceles impuestos a México por el gobierno del presidente Donald Trump, alertó Altagracia Gómez Sierra, titular del Consejo Asesor Empresarial y asesora en el gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum.
Advirtió que es difícil evaluar cuál será el efecto de estas medidas comerciales porque “depende de muchos factores, no es lo mismo si imponen 25 por ciento sólo a México y a Canadá, que si imponen aranceles universales, donde México sigue siendo más competitivo en relación con los demás países”.
“Tenemos que medir también el impacto del tipo de cambio, porque si hay alguna depreciación, lo que pierdes en competitividad en un arancel lo puedes ganar con la depreciación del peso. Depende de cuánto suba”, explicó.
Al participar en el foro “Impacto en las finanzas públicas ante las medidas susceptibles de implementar por el gobierno de Estados Unidos y mejores prácticas en la eficiencia recaudatoria”, expuso a legisladores, empresarios y académicos que “hay muchos distintos factores, depende de cuánto duren (las medidas comerciales)”.
“Si nosotros vamos hacia el histórico para intentar ver cómo vendrían en el futuro, las únicas veces que ha habido aranceles generalizados han durado meses. No es un tema a largo plazo, han durado meses y ahí va en función de una negociación más grande”, detalló.
“Puede ser una negociación más grande para el puro tema de comercio, puede ser una negociación más grande para temas de problemáticas compartidas, de vecinos, migración y de seguridad. Se han hecho esos análisis y hay distintos escenarios y en cada uno de ellos hay distintas formas de proceder”, insistió Altagracia Gómez Sierra.
Pero destacó que “sea cual sea el escenario, debemos de reconocer que, ante un año con ruido, porque será un año con ruido, tengo la certeza que habrá resultados”.
“Pero ante un año con ruidos, tenemos que fortalecer el trabajo conjunto de los empresarios, particularmente los nacionales, desde luego abriendo la puerta a la inversión extranjera directa, pero particularmente a los empresarios más chiquitos, que es a los que se afecta más con estas medidas, porque tienen menos campo para acoplamiento”, afirmó.
Por eso, insistió en el tema de la simplificación de trámites “porque implica costos, sobre todo para los chiquitos, que gastan alrededor de 95 mil pesos al año en trámites, y las microempresas, las de menos de 10 personas que son de una familia, que se tiene a una década cinco personas que trabaja sólo llenando trámites, es un tema de vida de las pymes”.
La pyme promedio en México vive menos de dos años, el 75 por ciento, y no podemos aspirar a formalizar una pyme que no vive más de dos años, por lo que antes de formalizarlas tenemos que ayudarlas y la forma más rápida de ayudarlas es quitándoles trámites y simplificando esos trámites.
“La otra parte es la digitalización de la economía, que es uno de los fuertes ejes de este gobierno, y se va a volver el triple de importante, para que se pueda mantener e incrementar el acceso al crédito”, expuso.
Recordó que “una de las metas del Plan México es que el 30 por ciento de las pymes tengan acceso a financiamiento y para eso se estipuló la firma de un convenio entre la Asociación de Bancos de México, el Banco de México, la Secretaría de Hacienda, la Banca de Desarrollo, para democratizar el crédito”, dijo.