Después del primer trimestre del año 2025, el mundo ha experimentado un gran número de turbulencias en poco tiempo. Las políticas cambiantes han encaminado a varias naciones hacia una guerra comercial, diversos conflictos armados siguen sin resolverse y las consecuencias de los desastres naturales son cada vez más cuantiosas, mientras nos acercamos a la temporada de huracanes del océano Pacífico. Aunado esto, a diario aparecen nuevas problemáticas que siguen complicando el panorama actual para los líderes, políticos, empresarios y la sociedad en general.
En la última edición del Foro Económico Mundial, como todos los años, se publicó el Informe de Riesgos Globales 2025, que recopiló la percepción de riesgos globales de 900 expertos de diversos sectores. Si bien los expertos coincidían en que el mundo se encontraba en un riesgo inminente, la realidad es que muchos de los peligros que se vaticinaban al horizonte ya se han materializado.
El informe del año pasado instaba a la acción frente al cambio climático y la gestión del desarrollo tecnológico, incluyendo la inteligencia artificial. Este año, la llamada a la cooperación global es aún más urgente ante la creciente división y las tensiones geopolíticas y económicas que amenazan con agravar la situación.
En este sentido, The Global Risks Report 2025 enfatizó que la preocupación principal es por los conflictos armados, señalándolos como el principal tema por solucionar. Puesto que se ha presentado una escalada en niveles de destrucción, violencia y costo en vidas humanas. Además de que se han ramificado, provocando nuevos enfrentamientos y tensiones entre las naciones.
En esta edición, el reporte menciona la preocupación por el rápido desarrollo de la inteligencia artificial, principalmente por su proliferación y su creciente adopción entre la sociedad. La desinformación y la manipulación, por ejemplo, se han convertido en riesgos a corto plazo, exacerbando la pérdida de confianza y las divisiones sociales y políticas. Por esta razón, será crucial para los líderes mundiales abordar estos retos y asegurar un desarrollo responsable y beneficioso de la inteligencia artificial.
Los líderes también mostraron preocupación por la automatización impulsada por la inteligencia artificial. Temen que pueda exacerbar las desigualdades económicas y sociales. Mientras el desplazamiento de trabajadores en ciertos sectores es una posibilidad, preocupa la brecha en el acceso a la tecnología que podría hacerla más pronunciada. Asimismo, surgen riesgos para la seguridad y la privacidad, por ejemplo, a través de ciberataques más sofisticados que podrían ser más intrusivos con las personas. Por ello, es imperativo que las naciones colaboren ante la falta de regulación y fijar estándares éticos claros es fundamental. Solo así se podrá asegurar el uso responsable y ético de la inteligencia artificial.
Para las perspectivas a largo plazo, los riesgos medioambientales mantienen su posición. El cambio climático, la pérdida de biodiversidad y el colapso de los ecosistemas son amenazas existenciales que, si bien requieren una respuesta inmediata, solo a través de la implementación de prácticas sostenibles y políticas ambientales robustas se podrá asegurar la supervivencia del planeta para las futuras generaciones.
Por último, el reporte destacó la gran preocupación por la polarización y fragmentación de la sociedad, la cual ha sido impulsada por las inequidades económicas, la inflación, la erosión de los derechos humanos o los escándalos de corrupción y abusos de autoridad presentes alrededor del mundo. Por lo que la propuesta ha sido trabajar para fortalecer la gobernanza, para mejorar la transparencia y la confianza en las instituciones.
El Informe concluye en un punto crítico: si bien se han logrado avances para mejorar la situación actual, la implementación efectiva de las soluciones requerirá un compromiso global y una acción concertada, lo cual en este momento podría sonar casi imposible. Será a través de la colaboración, un enfoque en la adaptabilidad y el verdadero compromiso de las naciones, que se podrá asegurar un futuro más seguro y sostenible para todos.