El secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio, afirmó que el presidente de El Salvador, Nayib Bukele, ha ofrecido aceptar a personas deportadas por Estados Unidos de cualquier nacionalidad, así como criminales estadounidenses violentos que actualmente están encarcelados en Estados Unidos.
Bukele “ha accedido al acuerdo migratorio más extraordinario en cualquier parte del mundo”, dijo Rubio, durante una ceremonia en la que se firmó un acuerdo no relacionado en energía civil con el ministro de Relaciones Exteriores salvadoreño.
“También se ha ofrecido a hacer lo mismo con los criminales peligrosos actualmente bajo custodia y cumpliendo su condena en Estados Unidos, aunque sean ciudadanos estadounidenses o residentes legales”, añadió Rubio, quien acababa de sostener un encuentro con Bukele en la residencia de campo del mandatario a las afueras de San Salvador.
Después de las declaraciones de Rubio, un funcionario estadounidense dijo que el gobierno de Trump actualmente no tiene planes para tratar de deportar a ciudadanos estadounidenses, pero señaló que la oferta de Bukele fue significativa.
El gobierno federal no puede deportar a ciudadanos estadounidenses y una medida de ese tipo enfrentaría importantes impugnaciones legales.
Así fue la visita de Marco Rubio a El Salvador
Rubio visitó El Salvador para presionar a la nación centroamericana para que haga más para satisfacer las demandas del gobierno de Trump de combatir la migración.
Llegó a San Salvador poco después de presenciar un vuelo financiado por Estados Unidos con 43 migrantes deportados de Panamá a Colombia.
Esto ocurrió un día después de que Rubio entregó una advertencia a Panamá de que, a menos que el gobierno panameño tome medidas para reducir o eliminar la presencia de China en el Canal de Panamá, Estados Unidos actuaría para hacerlo.
Sin embargo, la migración fue el tema principal del día, como lo será para las próximas paradas en su gira por cinco naciones de Centroamérica, que incluirá Costa Rica, Guatemala y la República Dominicana, después de Panamá y El Salvador.
¿Qué migrantes serán recibidos en El Salvador?
El gobierno de Donald Trump pretende impedir que las personas viajen a Estados Unidos, y ha trabajado con otros países para controlar la migración, así como para que acepten deportados de Estados Unidos.
El acuerdo que describió Rubio con El Salvador para aceptar a extranjeros detenidos en Estados Unidos por violaciones a las leyes de inmigración es conocido como un acuerdo de “tercer país seguro”, el cual le permitiría a Washington deportar a migrantes no salvadoreños de Estados Unidos a El Salvador.
Las autoridades han dejado entrever que podría ser una opción para los miembros de pandillas venezolanas, como el Tren de Aragua, que han sido declarados culpables de cometer delitos en Estados Unidos, en caso de que Venezuela se niegue a aceptarlos, pero Rubio destacó que la oferta de Bukele incluye detenidos de cualquier nacionalidad.
Rubio señaló que posteriormente Bukele fue más allá y dijo que su país estaba dispuesto a aceptar y encarcelar a ciudadanos estadounidenses o residentes legales condenados y encarcelados por crímenes violentos.
Grupos defensores de los derechos humanos han advertido que El Salvador carece de una política consistente en cuanto a la atención de solicitantes de asilo y refugiados y que tal acuerdo podría no limitarse a criminales violentos.
Manuel Flores, el secretario general del partido de oposición izquierdista Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional, criticó cualquier plan de este tipo, declarando: “O sea que nosotros ¿qué somos, patios traseros, patios delanteros, terrazas para que vayan a botar la basura?”.
El vuelo de deportación que Rubio observó en Panamá transportaba a migrantes detenidos por las autoridades panameñas después de cruzar ilegalmente el tapón del Darién desde Colombia.
El Departamento de Estado dice que tales deportaciones envían un fuerte mensaje de disuasión. Estados Unidos ha proporcionado a Panamá asistencia financiera por una suma de casi 2.7 millones de dólares para vuelos y boletos desde que se firmó un acuerdo para financiarlos.
Rubio estuvo en la pista para la salida del vuelo, que transportaba a 32 hombres y 11 mujeres de regreso a Colombia.
Es inusual que un secretario de Estado presencie en persona una operación policial de este tipo, especialmente frente a las cámaras.
“La migración masiva es una de las grandes tragedias de la era moderna”, dijo Rubio, hablando después en un edificio cercano. “Afecta a países de todo el mundo. Reconocemos que muchas de las personas que buscan una migración masiva a menudo son víctimas y victimizados en el camino, y eso no es bueno para nadie”.
Trump ha estado amenazando con tomar medidas contra las naciones que no acepten a sus ciudadanos deportados por Estados Unidos, y la semana pasada castigó brevemente a Colombia con sanciones por negarse inicialmente a aceptar dos vuelos.
Panamá ha sido más cooperativo y ha permitido el aterrizaje de vuelos de deportados de terceros países y ha devuelto a los migrantes antes de que lleguen a Estados Unidos.
“Esta es una forma efectiva de detener el flujo de migración ilegal, de migración masiva, que es destructiva y desestabilizadora”, dijo Rubio. “Y hubiera sido imposible hacerlo sin la sólida asociación que tenemos aquí con nuestros amigos y aliados en Panamá. Y vamos a seguir haciéndolo”.