¿Y ahora qué? ¿Cómo debe reposicionar sus inversiones? Por más que el terror arancelario esté desatando episodios de ventas masivas, de los que México parece estar escapando, mantengo mi previsión de que 2025 será un excelente año impulsado desde Europa. Sin embargo, aprovecharlo requiere ajustar la cartera con cierta sensatez. A continuación, le doy algunos consejos para ello.
Ante todo, pese a que los mercados internacionales —insisto, el mexicano no— se han visto sacudidos por los gravámenes anunciados hace unos días, es probable que, como dije en marzo y mantengo ahora, el miedo se revele infundado. No tardaremos mucho en ver el camino despejado, así que debe prepararse para la recuperación.
En primer lugar, busque un índice de referencia amplio y que esté ponderado por capitalización bursátil. La BMV cumple la segunda condición, aunque no la primera, así que puede optar por otro que optimice la diversificación, como el MSCI All-Country World. Esta selección será el modelo para gestionar el riesgo y descubrir oportunidades.
En ese índice global, México supone un insignificante 0.2%, Europa, el 15%, y Estados Unidos, un contundente 65%. Otras áreas ponderadas son Asia, Oriente Próximo, Australia y Canadá. Así pues, aunque Europa vaya a ser la región más rentable este año, es necesario tener exposición a otras, en aras de la diversificación. Por lo tanto, sobrepondere Europa e infrapondere Estados Unidos, pero no demasiado.
Después, seleccione los valores de cada región. En 2023 y 2024, Estados Unidos lideró las ganancias. Y lo hizo porque las grandes acciones de crecimiento de los sectores tecnológico y afines acaparaban el 41% de su capitalización bursátil, mientras que, en el resto del mundo, solo el 17%. Esa circunstancia disparó la rentabilidad de Estados Unidos. Por su parte, en Europa, la presencia de esas empresas era apenas del 9%, y, como hemos dicho, al destacarse el estilo de crecimiento, el Viejo Continente se rezagó.
En cambio, ahora que Europa ha tomado la delantera, sus sectores y estilos dominantes brillan con luz propia. Su carácter eminentemente cíclico le permite adelantarse cuando las expectativas económicas son tan negativas como en la actualidad. Las categorías de valor más ofensivas, finanzas e industria, constituyen alrededor del 41% de toda la capitalización europea. Y también se incluyen en el estilo de valor los bienes de consumo discrecional (como los automóviles) y el sector sanitario. Apueste por estos.
Si no sabe por dónde empezar, recuerde que, en la bolsa mexicana, industria y finanzas representan el 17% cada uno. Y recurra a Europa para diversificarse: en el ámbito financiero, sobresalen los bancos británicos, pero España, Alemania, Suiza, Italia y Francia ofrecen otros candidatos.
Con respecto al sector industrial, más allá de México, encontrará oportunidades en Alemania, Suecia, el Reino Unido y Francia. Las empresas de automoción, en concreto, abundan en Alemania, Italia y Francia.
El sector de la salud reúne empresas orientadas al valor y otras, como las farmacéuticas y las de dispositivos médicos, adscritas al estilo de crecimiento. Sea selectivo.
Por otra parte, cuando Europa y los títulos de valor marcan el paso, estos últimos se destacan en Estados Unidos, como en el mercado alcista del periodo 2002-2007 o durante la fugaz explosión de Europa en 2012. Y en 2025, claro. A pesar del brusco episodio de volatilidad de principios de abril propiciado por la política arancelaria de Trump, Europa se sitúa 17 puntos porcentuales por encima de Estados Unidos. La BMV despunta todavía más, situándose en 18 puntos porcentuales por encima del país norteamericano. Los títulos de valor asimismo se imponen a sus homólogos de crecimiento por 10 puntos porcentuales. A medida que el temor en torno a los aranceles se disipe, volveremos a presenciar un gran repunte, liderado por las acciones de fuera del gigante estadounidense. Por consiguiente, le aliento a aprovechar esta corrección para beneficiarse de las rentabilidades que están por venir.
A escala global, la recomendación es reducir la presencia de la tecnología y los valores de crecimiento en la cartera y aumentar la del valor. Las mejores categorías europeas serán también las mejores en el resto del mundo.
Ahora bien, no todos los títulos de valor son iguales. El sector inmobiliario, el de servicios públicos y el de bienes de consumo básico —este último con un peso del 34% en la BMV— son defensivos, candidatos a quedarse atrás en los mercados alcistas. A materiales —20% de la BMV— y energía podría pasarles lo mismo, pues dependen del precio de las materias primas. La abundante oferta y la desaceleración de la demanda internacional los perjudican. No está de más invertir algo en ellos por si las cosas se tuercen, pero céntrese en los títulos de valor ofensivos. A fin de cuentas, cuando los temores se revelen exagerados, la sorpresa espoleará las ganancias.