Durante el encuentro “Mujeres frente a la justicia”, organizado por la Asociación Nacional de Abogados Democráticos, la magistrada Ana María Ibarra hizo un llamado a reflexionar sobre el papel de las mujeres en el Poder Judicial y la responsabilidad histórica que representa la elección del 1 de junio.
En su participación, Ibarra advirtió que las mujeres en la judicatura han tenido que enfrentar estructuras diseñadas para mantenerlas al margen. Recordó que los obstáculos han sido constantes: acoso laboral normalizado, cuestionamientos a su autoridad y la negación de derechos básicos, como la lactancia.
“Durante demasiado tiempo, nos dijeron que no pertenecíamos a los espacios de decisión. Y cuando logramos entrar, nos hicieron sentir que no merecíamos estar ahí”, señaló.
Ibarra destacó que, bajo la administración pasada, en el Poder Judicial se impulsaron concursos de oposición exclusivos para mujeres como una medida de justicia ante siglos de exclusión. Sin embargo, estos avances fueron eliminados por la gestión actual, marcando un grave retroceso en la búsqueda de equidad en términos de personas juzgadoras.
“Regresamos a la cerrazón, al elitismo, a los mismos esquemas que históricamente han cerrado las puertas a las mujeres. Nos alejamos aún más de la gente y de la posibilidad de construir una justicia cercana y equitativa”.
De cara a la elección del 1 de junio, en la que por primera vez la ciudadanía elegirá a juezas y jueces, magistradas y magistrados, así como ministras y ministros del Poder Judicial Federal, Ibarra enfatizó la urgencia de definir qué tipo de juezas y jueces necesita México.
“No basta con contar cuántas mujeres hay en la judicatura. Lo que realmente importa es qué juezas queremos y qué tipo de justicia buscamos construir”, afirmó.
Para la magistrada, el nuevo rostro de la justicia debe ser uno con equidad, sentido social y responsabilidad institucional, donde la perspectiva de género no sea opcional, sino una herramienta esencial para garantizar sentencias justas y con impacto real.
“Es momento de decidir qué justicia queremos. Necesitamos más mujeres en el Poder Judicial, que trabajen con valentía, determinación y la convicción de que nuestro lugar está aquí y en cada espacio donde se toman decisiones”, concluyó.