Ante la persistente incapacidad del nuevo gobierno de Donald Trump de cumplir con sus metas de deportaciones, la secretaria de Seguridad Interna, Kristi Noem, dio a conocer un nuevo liderazgo en la Oficina de Inmigración y Aduanas (ICE) para alcanzar sus objetivos y rendir cuentas a pesar de la escasez de recursos.
“Durante los últimos cuatro años, a nuestros valientes hombres y mujeres del ICE se les ha prohibido hacer su trabajo. El ICE necesita una cultura de responsabilidad de la que se ha visto privado durante la administración Biden”, dijo Noem al anunciar la designación de Todd Lyons y Madison Sheahan.
“(Ellos serán) los caballos de batalla, ejecutores fuertes y líderes responsables que guiarán a los hombres y mujeres de ICE para lograr el mandato del pueblo estadounidense de identificar, arrestar y deportar a los inmigrantes ilegales”, indicó.
Aunque la administración Trump se ufana de haber aumentado los niveles de deportación respecto de Joe Biden, el ICE no ha podido lograr la meta interna de mil 200 a mil 500 deportaciones diarias, en medio de una escasez de recursos humanos, logísticos y económicos.
Los movimientos se producen después de que el presidente Trump pidió al Congreso en su mensaje a la nación un presupuesto migratorio a sólo cuatro días del plazo para alcanzar un acuerdo presupuestal que impida el cierre del gobierno el 14 de marzo, en medio de diferencia entre republicanos y demócratas.
Se estima que el gobierno de Trump requiere al menos 86 mil millones de dólares al año sólo en el tema migratorio.
Los republicanos propusieron un aumento del gasto de defensa de alrededor de 6 mil millones de dólares por encima de los niveles del año fiscal 2024 y la financiación para la vivienda y la atención sanitaria de los veteranos.
Pero el gasto de los programas no relacionados con la defensa se reduciría en alrededor de 13 mil millones de dólares por debajo de los niveles del año fiscal 2024.
Organización reclama a EU y México el uso de militares contra migrantes
La Oficina en Washington Para Asuntos Latinoamericanos (WOLA) reclamó a los gobiernos de México, Estados Unidos y Guatemala por utilizar al Ejército para frenar y detener a los migrantes.
“Los soldados están entrenados para el combate”, reclamó la organización, y agregó que “no están entrenados para ser policías, quienes, como civiles, tienen la responsabilidad de proteger y servir a la población con un uso mínimo de la violencia”.
Al hablar sobre México, la entidad resaltó que “el despliegue (de la Guardia Nacional en la frontera) no tiene ningún sentido estratégico”.
La organización aseguró que la presencia de militares en la zona no funciona para frenar el tráfico de drogas, ya que el volumen de lo que se busca introducir a Estados Unidos es muy pequeño.