Estados Unidos fue despojado de su última calificación crediticia de primer nivel este viernes 16 de mayo, después de que la agencia Moody’s rebajó la calificación debido al aumento de la deuda pública y una mayor carga de intereses.
Moody’s redujo la calificación crediticia de EU de Aaa a Aa1, uniéndose a Fitch Ratings y S&P Global Ratings al calificar a la mayor economía del mundo por debajo de la máxima calificación, la triple A.
La rebaja de un nivel se produce más de un año después de que Moody’s cambiara su perspectiva sobre la calificación de EU a negativa. La entidad evaluadora de crédito ahora mantiene una perspectiva estable.
“Si bien reconocemos las importantes fortalezas económicas y financieras de EU, creemos que estas ya no compensan completamente el deterioro de los indicadores fiscales”, escribió Moody’s en un comunicado.
La medida se produce en un momento en que el déficit presupuestario federal se acerca a los 2 billones de dólares anuales, lo que equivale a más del 6 por ciento del PIB de EU.
El Congreso y la administración de Donald Trump están negociando un paquete fiscal que incluye una ampliación de las disposiciones de la Ley de Reducción de Impuestos y Empleos de 2017, en medio de dudas sobre la posible desaceleración del gasto.
El debilitamiento de la economía estadounidense tras la guerra arancelaria global incrementará el déficit, ya que el gasto público suele aumentar cuando la actividad se desacelera.
El aumento de los tipos de interés en los últimos años también ha incrementado el coste del servicio de la deuda pública. El nivel general de deuda de Estados Unidos ha superado el tamaño de la economía tras el despilfarro de préstamos desde la pandemia.