Las finanzas públicas el primer trimestre muestran un escenario complejo donde la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) está recortando el gasto público para reducir el déficit fiscal. Durante los primeros tres meses del año los ingresos públicos registraron un incremento de 11 por ciento real anual.
Los ingresos no petroleros, que representan el 88 por ciento del total, se expandieron 14.9 por ciento. Al interior, los ingresos tributarios se elevaron 17.8 por ciento destacando los aumentos del ISR y el IVA en 21.3 y 20.9 por ciento, respectivamente. Por otro lado, la recaudación por el IEPS muestra una contracción de 6 por ciento anual.
El buen dinamismo de los ingresos no petroleros contrasta con la caída en los ingresos petroleros (-13.8 por ciento resal anual) donde los ingresos de Pemex se contrajeron en 30.8 por ciento anual. La plataforma de producción de Pemex es cada vez menor y las refinerías tienen pérdidas extraordinarias.
En contraste con los ingresos públicos, el gasto muestra una contracción de 5.9 por ciento anual durante los primeros tres meses del año. El gasto programable, que es el que tiene control directo el gobierno federal, cayó 9.7 por ciento anual.
Al interior, el gasto corriente y de capital (relacionado con obras de infraestructura), se redujeron 9.9 y 8.9 por ciento, respectivamente. En contraste, el gasto no programable se elevó 4 por ciento anual de la mano de un mayor costo financiero (+11.7 por ciento).
Al analizar la clasificación funcional del gasto se observa una contracción de 11.3 por ciento en el gasto de desarrollo social. Al interior, destacan los fuertes recortes a la salud y la educación en 14.3 y 19 por ciento real anual, respectivamente. Asimismo, el gasto en protección social (apoyos sociales) registra un recorte anual de 7.7 por ciento. Cabe destacar que el monto de los apoyos sociales (572 mil millones de pesos) supera ampliamente a los asignados a la educación (236 mmdp) y salud (152 mmdp).
Así, el gobierno federal se está apretando el cinturón en un año donde busca reducir un déficit fiscal elevado que perjudicó la situación financiera del país. Si bien, es importante tener un balance fiscal, los fuertes recortes a la educación y salud tendrán efectos adversos en la economía y en la sociedad.
Los primeros efectos son la falta de medicinas en muchos centros médicos del país. En un entorno de una desaceleración económica donde habrá menos ingresos públicos, los recortes al gasto público serán aún más severos conforme avance el año.
El autor es director general de Soluciones Financieras GAMMA, CEO de Miri Capital LLC e investigador no residente de Baker Institute en la Universidad de Rice. Tiene un doctorado en Finanzas y maestría en Economía Financiera, ambas por la Universidad de Essex en el Reino Unido.