La Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) publicó recientemente las cifras de las finanzas públicas para 2024. Los resultados son reveladores.
Los ingresos públicos aumentaron 1.7 por ciento en términos reales de la mano de la expansión de los ingresos no petroleros (+4.7 por ciento anual).
Al interior, los ingresos tributarios se elevaron 4.7 por ciento, destacando el aumento de la recaudación del impuesto sobre la renta (ISR) en 2.2 por ciento, la disminución del impuesto sobre el valor agregado (IVA) en 1.6 por ciento y de la sólida expansión del impuesto especial sobre bienes y servicios (IEPS) en 34.8 por ciento anual.
Los relacionados con las gasolinas y el diesel se elevaron en 67.5 por ciento. En contraste, los ingresos petroleros se desplomaron en 15.1 por ciento debido, principalmente, a una menor producción.
Por el lado del gasto, se elevó 7.7 por ciento real anual donde el gasto programable se expandió 8.8 por ciento y el no programable 4.7 por ciento. Al interior del gasto programable el gasto corriente y de capital se elevaron en 8.3 y 10.4 por ciento anual, respectivamente.
Por otro lado, dentro del gasto no programable, el costo financiero y las participaciones crecieron 5.1 y 4.2, por ciento, respectivamente. Cabe destacar que el costo financiero ya es mayor que el gasto en inversión física, el cual está relacionado con obras de infraestructura.
En su clasificación funcional el 64 por ciento se destinó a desarrollo social. Al interior, el gasto en educación aumentó 3.6 por ciento anual y el de salud 9.8 por ciento anual.
Asimismo, el gasto en protección social se expandió en 10.8 por ciento anual.
Cabe destacar que el gasto en protección social (transferencias sociales) fue mayor al gasto en salud y educación en conjunto.
Así, las finanzas públicas mostraron resultados mixtos. Si bien se observó una contracción importante en los ingresos petroleros, se compensó por el buen dinamismo de la recaudación tributaria.
Hacia futuro los ingresos se verán presionados por un menor crecimiento económico (menor recaudación) y menores exportaciones de crudo.
Por otro lado, el gasto público continuó privilegiando a las transferencias sociales, las cuales que siguen elevándose a doble dígito anualmente.
Con menores ingresos esperados en el futuro será importante hacer ajustes al gasto público para reducir el déficit fiscal que se duplicó en 2024.
El autor es director general de Soluciones Financieras GAMMA y CEO de Miri Capital LLC. Tiene un doctorado en Finanzas y maestría en Economía Financiera, ambas por la Universidad de Essex en el Reino Unido.