Si la orden ejecutiva firmada el sábado pasado por el Presidente Trump significa la imposición de aranceles generalizados del 25% a México y Canadá, esto significa una cancelación de facto, del Tratado de Libre Comercio de Norteamérica. Implica tirar a la basura la integración comercial y cultural que desde hace más de 30 años se ha desarrollado de forma natural con gran éxito en la región norteamericana, (salvo algunas excepciones en que han incurrido los gobiernos). Se traduce en la desintegración del bloque económico más grande del mundo,
Una primera reflexión: ¿Cómo es posible que una decisión de tal magnitud y trascendencia sea tomada por un solo hombre? Trump se aprovecha de la falsa declaración de la “emergencia económica” que le permite hacer un uso abusivo de sus facultades constitucionales. ¿No debería alguien poder calificar en esa democracia si la economía Estadounidense se encuentra realmente en emergencia económica o no? Estados Unidos creció al 2.8% anual el año pasado, y se encuentra prácticamente en Pleno Empleo. Su economía se encuentra más bien en una fase de Bonanza económica, muy lejos de una emergencia.
Una segunda reflexión: ¿Cómo se le ocurre a Trump imponer a sus socios comerciales un 25% de arancel, y a los Chinos solo les imponga un 10%? Esto va a tener un resultado contrario a sus objetivos. Estados Unidos tendrá un mayor déficit comercial con China y con el resto del mundo
El daño a las tres economías será colosal. Las cadenas de suministro que se tienen desarrolladas con una elevada integración, implican que algunas piezas van y vienen en un promedio de hasta 8 veces en el proceso de manufactura de un producto terminado. Si la medida es permanente se va a desencadenar una guerra comercial entre los socios comerciales, y la inflación de costos se va a disparar en todo el mundo. No sería extraño que Estados Unidos caiga en una recesión en el 2026
La visión de que los déficits comerciales son malos, es una visión primitiva. Y la solución de que implementando aranceles se puede corregir ese déficit es aun más primitiva. No hay país sobre la tierra que sea autosuficiente en todo, y menos, que pueda ser competitivo en todo. El grueso del intercambio comercial son los bienes intermedios y no los productos terminados. El libre comercio hace que las sociedades se beneficien del intercambio comercial haciendo más eficientes a los costos de producción y más económicos los productos finales.
Cuando los Gobiernos intervienen, y tratan de cambiar lo que naturalmente esta funcionando, lo que se generan son distorsiones en el mercado, que terminan por generar pérdidas en empresas, menor impuestos, menos empleo, menor nivel de la sociedad.
La principal razón del éxito del bloque económico de Norteamérica es que el acuerdo solo fija las bases de la relación comercial, pero el desarrollo de la integración es algo que se da espontáneamente de una manera natural al liberalizarse el comercio.
La visión de los Estados Unidos en cuanto a la integración económica, siempre se ha caracterizado por ser miope, de corto alcance, y la mayoría de las veces de arrogancia. De entrada el comercio internacional se hace en su moneda, por ser el eje del sistema monetario internacional. En segundo lugar la mano de obra estadounidense es una de las más caras del mundo. En un mundo que por la evolución de la tecnología tiende a la globalización, la manufactura americana queda totalmente des competitiva.
La tendencia natural de la economía más importante del planeta, con la transformación tecnológica acelerada, es evolucionar a la economía de servicios, y en particular a la economía de la digitalización y de la inteligencia artificial, Forzar que la economía norteamericana regrese a la manufactura es una involución, y como tal está condenada al fracaso. Hacer redadas en el campo, solo va a generar una gran escasez y una hiperinflación de alimentos. Estados Unidos ha requerido siempre de mano de obra externa.
Si la visión de los Estados Unidos fuera la de buscar el desarrollo de Latinoamérica, estaría desarrollando un mercado potencial de alrededor de 670 millones de habitantes, pero que todavía tiene una tasa de crecimiento demográfico muy superior a la de la sociedad norteamericana. Esta visión sería la garantía para conservar la hegemonía mundial. Pero su política de siempre, la de rechazar la búsqueda de una mayor integración económica, solo ha generado poblaciones con alta pobreza, fuerte inseguridad, por el desarrollo de grupos delincuenciales, democracias frágiles, que son secuestradas por líderes populistas que terminan queriendo eternizarse en el poder, y ejércitos de migrantes desesperados.
Apenas lleva unos días en la Presidencia, y la popularidad de Trump ya está en los suelos. La más baja aceptación en los primeros días de un nuevo mandato, y de continuar así, podría ser el gobierno de mayor rechazo en la historia. Solo lleva dos semanas, y en sus hechos se observa una gran improvisación, egocentrismo y arrogancia extrema. Lo que firmó el día 20 de enero fue una instrucción para que el Departamento de Comercio elabore un diagnóstico integral del Comercio Internacional
La respuesta obvia de los Gobiernos de México y Canadá es el de contestar con Aranceles a los Estados Unidos, pero la Dra. Claudia Sheinbaum está proponiendo mesas de trabajo y cooperación, en los distintos temas principales: Carteles de la Droga y Fentanilo, Flujos migratorios, y Comercio. El decreto del sábado pasado contempla incrementos adicionales en los aranceles si los socios comerciales responden subiendo aranceles.
La mejor forma de responder a nuevos aranceles es mediante la devaluación de la moneda, en una proporción similar al incremento de los aranceles. Que el tipo de cambio esté cotizando a $21.20 pesos por dólar el domingo posterior al decreto, implica que los mercados están descontando que esta estupidez es solo un arma de negociación, y no una medida de política comercial permanente. Esperamos ver a los legisladores norteamericanos y las diversas cámaras industriales solicitando públicamente la abolición de estas medidas aberrantes e irracionales.