Cerveza más cara, filete de mero más caro, Margaritas con tequila más caro o frutas y verduras con mayor precio, serían algunos de los efectos de aplicar aranceles a los alimentos y bebidas mexicanas que entran al mercado de Estados Unidos.
Ya la libraron hace unas semanas, pero la amenaza está en la mesa nuevamente para el 2 de Abril.
Si la libraron en Marzo, ¿la librarán el 2 de Abril?
Los alimentos y bebidas son productos básicos, primarios, son sensibles tanto para la población estadounidense, como para los mexicanos, por lo que aplicar aranceles impactará a los consumidores de ambas naciones, no sólo por lo que pagarán los consumidores, sino también los productores mexicanos, el primer eslabón.
Por ejemplo, un filete de mero, ese filete que se captura en las costas yucatecas, que se limpia, filetea y envasa en las congeladoras del Estado de Yucatán y que es tan apreciado por el consumidor estadounidense, si se le aplican aranceles para exportarlo desde Progreso, Yucatán a California, Estados Unidos, se deberá pagar el impuesto y ¿quién lo pagará?
En primera instancia lo paga el exportador, en este caso sería el dueño de la congeladora, el que lo limpió y envasó, pero una parte del impuesto se lo trasladará al precio que le venderá al importador, es decir al comercializador de Estados Unidos.
Y este comercializador, se lo trasladará al punto de venta, ya sea un restaurante o una tienda en Estados Unidos, y finalmente éstos se lo trasladarán al precio que pagará el consumidor final, el ciudadano estadounidense.
¿Y del lado de México?
Ese mismo filete de mero, también tiene repercusión en México, porque la otra parte del arancel o impuesto que le cobraron al exportador, al dueño de la congeladora, lo trasladará al precio que le paga al pescador, es decir, el pescador cobrará menos.
Esto significa que el primer eslabón y el último eslabón de este filete de mero, son los que realmente pagarán el efecto de los aranceles que Estados Unidos aplique.
La razón de aplicar aranceles a lo que importa Estados Unidos, es para revertir la balanza comercial, es decir, el Gobierno de Donald Trump quiere que EU importe menos, y si lo hace, que los vendedores paguen, en este caso es México.
Sin embargo, en el sector primario, en el básico, en el de alimentos y bebidas, este tema es muy sensible, tanto en lo económico, como en lo social y en lo alimentario, porque si bien los consumidores estadounidenses disfrutan de nuestro tequila, cerveza, miel, pescados, ganado, maricos, frutas y verduras.
Nosotros también echamos mano de lo que produce Estados Unidos, sobre todo en granos, como maíz amarillo, trigo panificable, soya, arroz, entre otros productos primarios.
La estrategia
Si bien, la estrategia es “cabeza fría” y esperar a ver qué determinará el Presidente Trump, en las oficinas de la Secretaría de Economía, que encabeza Marcelo Ebrard, no para el movimiento de reuniones de las cámaras, organizaciones y representaciones de productores, industriales y empresarios de alimentos y bebidas.
El sector primario ha cerrado filas por defender que los alimentos y bebidas queden libres de arancel el 2 de Abril, en el caso que se impongan aranceles de cualquier tipo, pero todo puede suceder.
Las conversaciones de Economía con los pares en Estados Unidos, se enfilan a dejar sin arancel a los alimentos y bebidas, pero el escenario puede cambiar.
Dimensiones
Para poner en justa dimensión lo que significa Estados Unidos en el sector agroalimentario, rescatamos los datos anuales de la balanza agrocomercial con EU del año pasado.
México sumó 10 años seguidos de superávit en la balanza, es decir exportamos más de lo que le importamos a EU.
En el 2024 el superávit fue de casi 7,800 millones.
El año pasado México exportó 54,430 millones de dólares en alimentos y bebidas, mientras que importó de EU 46,636 millones de dólares, de acuerdo con datos de la Secretaría de Agricultura SADER.
Se superaron las divisas generadas por turismo extranjero (21,474 mdd) y por divisas petroleras (26,000 mdd), sólo rebasadas por las remesas.
Y el superávit se lo debemos a la cerveza, tequila, mezcal, pan, dulces, jugo de naranja, hortalizas congeladas, frutas en conserva, chocolates, así como aguacate, jitomate, pimiento, pepino, cítricos, fresas, coles, guayaba, papaya, mango, ganado en pie, miel, pescados y mariscos.
Basta recordar que al sur de Yucatán, la empresa estadunidense Valle del Sur, cultiva hortalizas, cuando en las tierras estadounidenses es invierno y no dejar de abastecer la demanda de los consumidores de EU.
Todo puede pasar, pero hay argumentos para pensar que los productos básicos como los alimentos librarán los aranceles del 2 de Abril.