Sin lugar a dudas Monterrey se ha convertido en uno de los principales motores económicos de México y a su vez se ha concentrado en el desarrollo industrial de la entidad, las dos actividades económicas han desencadenado una crisis ambiental nunca antes vista.
La calidad de vida de la población se enfrenta a retos enormes por la contaminación atmosférica, tanto por la emisión de dióxido de carbono (CO2) como por otros gases de efecto invernadero que se encuentran en niveles alarmantes y, que de no regularse, podrían detener de manera irreversible el desarrollo de Monterrey como un atractivo centro de inversión.
Un Problema Económico y de Salud Pública
Monterrey, más bien La Sultana del Norte se posiciona cada vez más en la lista de las regiones más contaminadas de la América Latina, junto con otras grandes y controversiales capitales como Lima o Buenos Aires.
Existen múltiples estudios que señalan que la concentración de partículas contaminantes en Monterrey supera, en muchas ocasiones, los límites recomendados por la OMS (Organización Mundial de la Salud).
Esto es especialmente preocupante debido a que Monterrey ha sido y sigue siendo un componente esencial en la economía en México. Monterrey es conocido en el ámbito nacional e internacional no solo por su educación, sino por la gran cantidad de instituciones, empresas, que existe en la ciudad y que contribuyen y fomentan la sociedad.
Sin embargo, Monterrey no solo se encuentra en el pedestal de la industria, gracias al crecimiento económico de México, Monterrey ha subido a un innegable escalón en el que las expectativas se han vuelto más altas.
Una de las preocupaciones fundamentales de los ciudadanos se relaciona con el aumento de las enfermedades respiratorias y cardiovasculares y la incapacidad del sistema de salud pública para cubrir la demanda de necesidades. Elementos tan importantes para el desarrollo se ven seriamente amenazados. Monterrey no puedo permitirse convertirse en una mancha de contaminación.
Estrategias Preventivas Particulares para México
Notablemente, mientras otros han hecho intentos por mitigar el problema mediante el establecimiento de impuestos al carbono rigurosos, incentivos para la transición energética y límites estrictos de emisiones, Monterrey en México ha descuidado las regulaciones mínimas de protección ambiental, por no mencionar las preocupaciones relacionadas con la energía. Como resultado, los permisos de carbono son prácticamente incontrolables y mal gobernados.
Los gobiernos local y federal deben preservar y mejorar la calidad del aire mediante el control contable de las principales fuentes de emisiones a la atmósfera de contaminantes en Monterrey, que son:
1. Imposición de un impuesto al carbono: Esto incentivaría a las empresas a reducir sus emisiones y optar por energías limpias.
2. Inversión en transporte sustentable: La expansión del transporte público eléctrico y el fomento de vehículos de bajas emisiones pueden reducir significativamente la contaminación.
3. Incentivos para energías renovables: Fomentar la inversión en energías limpias para la industria y los hogares ayudaría a disminuir la dependencia de combustibles fósiles.
4. Monitoreo y sanción efectiva: Implementar tecnologías de monitoreo en tiempo real y sancionar a las empresas que excedan los límites permitidos.
Un Llamado a la Acción
La ciudad de Monterrey tiene el reto de seguir siendo una ciudad líder en desarrollo y atracción de inversión enfocándose en el cuidado y regulación ambiental.
Con los criterios ESG (ambientales, sociales y de gobernanza) ganando gran relevancia entre los inversionistas y consumidores, Monterrey se encuentra ante un problema de salud pública: la contaminación, que se ha vuelto un reto para la competitividad económica de la región.
Cambiar la ciudad hacia una más sustentable no solo es posible, sino, es una necesidad. El control del CO2 no debe ser mirado como un freno a la industria, sino como un gasto de la Monterrey del futuro y sus hijos.
También, promover una estrategia de comunicación sobre los resultados positivos de la regulación ambiental puede dar un resultado positivo en el compromiso social o empresarial.
Dar a conocer ejemplos de otras ciudades que han logrado disminuir sus emisiones contaminantes y mejorar la calidad del aire pueden ser el elemento necesario para acelerar la transformación de Monterrey en una ciudad limpia y sustentable.