En tiempos contemporáneos, a mediados de 2020, la efervescencia por la evolución del tratado más significativo para México era el tema favorito durante sobremesas, reuniones y encuentros de networkingentre especialistas, consultores y demagogos del rubro de Comercio Exterior.
Con buen juicio y con el objetivo de estar listos para el banderazo de salida, desde CEO’s hasta directivos y operativos se encontraban alineados y comprometidos en que todas las empresas cumplieran con las calificaciones de origen. Impulsados por esta buena práctica, la capacitación dispuesta para ese momento fue considerable, ya que prometía excelentes resultados.
Para inicios de 2021, el 100% de la industria que operaba bajo el tratado había revisado sus calificaciones de origen y estaba lista para afrontar el siguiente reto: mantener los estudios actualizados en tiempo y forma. Cabe señalar que, dependiendo de la estructura y necesidades de cada empresa, variaba la inversión destinada al cumplimiento normativo en cada área.
En este entorno netamente de Comercio Exterior, existen empresas con departamentos completos de Tratados Internacionales, integrados entre 5 y 10 personas. En contraste, hay casos en los que el mismo responsable de operaciones logísticas es quien realiza el estudio de origen. El denominador común es claro: ya sea con un equipo especializado o con una sola persona, el conocimiento profundo de las reglas de origen debe ser el mismo.
De 2022 a 2024, muchas empresas cayeron en un estado de complacencia y tranquilidad, dejando que otras prioridades comerciales se impusieran en la operación diaria, lo cual llevó a descuidar esta actividad crucial. Sin embargo, estudiosos y apasionados del tema continuaban firmes, haciendo énfasis ante colegas, empresarios, consultores y operativos sobre la importancia de contar con una capacitación integral para evitar malas prácticas y mantener al día la documentación necesaria ante cualquier revisión.
El 2025 inicia de forma inesperada, con modificaciones arancelarias constantes, sumiendo al gremio del comercio exterior —y a sus partes relacionadas— en una incertidumbre continua. Sin soluciones inmediatas a la vista, la espera se volvió una aliada dogmática, mientras los discursos de corte proteccionista y las noticias virales en redes sociales rompían con los paradigmas y estereotipos de una política comercial recatada y amistosa.
Por el contrario, se percibía un protagonismo constante de un personaje peculiar, empoderado para cambiar el rumbo y definir nuevas instrucciones de un momento a otro.
En este contexto, los estudios de origen vuelven a cobrar relevancia, y se hace prioritaria la necesidad de regresar a lo básico, a lo esencial. Se prevé un aumento considerable de aranceles, y fuentes extraoficiales reportan una recaudación superior a los 50 mil dólares en importaciones tan solo durante los primeros 4 días de vigía arancelaria, lo cual bastó para redefinir un nuevo orden.
Lejos de caer en miedo, ansiedad o estrés arancelario, hay que ponerse manos a la obra. Es momento de concientizar a todo el equipo de trabajo y cerrar filas, porque será un trabajo complejo y laborioso.
Emitir una certificación de origen es el paso final, el resultado de un esfuerzo conjunto que culmina en un llenado óptimo. Detrás de este resultado debe existir un conocimiento sólido de las reglas del Capítulo 4 y 5 del tratado. Omitirlas o reinterpretarlas de forma equivocada puede llevarnos directamente al fracaso al momento de confirmar un estudio de origen.
No contar con un respaldo documental de los estudios y certificaciones generadas puede traer consecuencias catastróficas para las empresas, especialmente si los estudios de origen contienen errores.
Por eso, les comparto los siguientes puntos clavepara lograr un estudio y llenado exitoso de la certificación de origen:
• Capacítate con los expertos.
• Conoce tus materias primas.
• Clasifica tus materias primas y productos terminados con expertos. En este rubro, comparte toda la información posible. Si el clasificador te hace muchas preguntas, respóndelas todas. Más vale exceso de información que omisión: eso puede marcar la diferencia entre el éxito y un fracaso operativo.
• Realiza estudios de origen periódicos, especialmente si cambias constantemente de proveedores.
• Lleva bitácoras de movimientos en todo momento.
• Archiva toda la información.
• Lee cuidadosamente los capítulos 4 y 5 del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC).
Si necesitas ayuda, el equipo de Index Nuevo Leónestá siempre disponible para orientación y apoyo en temas como este. No dudes en contactarlos.
El autor es Director del Comité Comercio Exterior de Index Nuevo León.