Los comerciantes en línea están siendo inundados con ofertas sospechosas para ayudarles a evitar el pago de aranceles estadounidenses sobre productos fabricados en China.
Empresas que venden de todo, desde ropa deportiva y muebles hasta artículos para el cuidado de la salud en el hogar, han sido contactadas por empresas de logística extranjeras que ofrecen falsificar el valor de los envíos para reducir los aranceles o desviarlos a través de un país con gravámenes más bajos que China, según cinco personas entrevistadas por Bloomberg.
Las ofertas suelen llegar a través de las redes sociales. “Le ofrecemos la solución para que ahorre dinero”, dijo una empresa, que luego se ofreció a ser importadora de un próximo envío y declarar un valor menor.
Las empresas de logística sin escrúpulos han ofrecido durante mucho tiempo servicios para evadir aranceles, pero los comerciantes en línea dicen que las ofertas descaradas y no solicitadas aumentaron después de que el presidente Donald Trump impusiera fuertes aranceles a China a principios de este mes. Estos han persistido incluso cuando el presidente cambia de postura casi a diario.
Los vendedores en línea entrevistados dicen que se negaron a participar, pero les preocupa que el shock y la desesperación desatados por la guerra comercial de Trump puedan impulsar a sus contrapartes a tratar de engañar al sistema.
Aaron Rubin, que vende artículos de artes marciales por Internet, dijo que recibió una oferta de una empresa de transporte para importar uno de sus envíos desde China. La empresa se ofreció a presentar la documentación en la aduana, indicando que el envío tenía un valor de 10 mil dólares, aunque la mercancía vale unos 30 mil, según Rubin, que compartió capturas de pantalla del intercambio de mensajes con Bloomberg. La subvaloración reduciría los aranceles en unos 29 mil dólares.
Rubin dijo que rechazó la oferta y presentó una queja sobre la empresa a las autoridades aduaneras. Le preocupa que empresas con sede en otros países y operaciones ficticias en EU ofrezcan servicios para eludir los aranceles y queden fuera del alcance de las fuerzas del orden estadounidenses.
“Si la gente empieza a ahorrar 10 mil dólares en aranceles por contenedor, eso rápidamente suma miles de millones”, dijo Rubin, quien también fundó la empresa de software logístico ShipHero. “Hay empresas ofreciendo este servicio”.
Un agente de transporte con sede China que ofrece estos servicios afirmó que la mayoría de sus clientes optan por enviar la mercancía china a través de Malasia y afirman que se fabricó allí, donde los aranceles son solo del 24 por ciento, en comparación con el 145 por ciento para China. Sin embargo, otros simplemente posponen los envíos a la espera de que Trump reduzca los aranceles, afirmó la fuente, quien habló bajo condición de anonimato para evitar llamar la atención sobre su empresa.
La Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de EU cobra aranceles basándose en la documentación presentada por los importadores y las empresas de transporte. Los formularios describen el contenido del envío, el lugar de fabricación de los artículos, su valor y los aranceles estimados. Bajar el valor deliberadamente de los envíos o mentir sobre su origen para reducir los aranceles es ilegal, y los infractores pueden ser objeto de sanciones penales y civiles.
La Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza declinó decir si estaba reforzando la aplicación de estas leyes dado el fuerte aumento de los aranceles. La agencia se basa en gran medida en las denuncias presentadas a través de un portal en línea.
“CBP no revela públicamente métodos de investigación, fuentes de información o cualquier otra información que pueda poner en peligro la seguridad de los testigos o afectar de otra manera las investigaciones en curso”, dijo el portavoz de la agencia Jeffrey Quinones en un comunicado enviado por correo electrónico.
William George, director de investigación de la empresa de datos aduaneros Import Genius, afirmó que el fuerte aumento de los aranceles podría obligar a algunas empresas a recalcular los riesgos frente a las ventajas de infringir la ley.
“Las empresas se enfrentan a crisis existenciales y podrían estar sopesando el riesgo de pagar algunas multas frente a la pérdida de su método de ingresos”, afirmó.