En los municipios de Amatepec, Luvianos, Sultepec, Tejupilco, Temascaltepec y Tlatlaya, al sur del Estado de México, fuerzas federales y estatales, les confiscaron a los líderes de la organización criminal La Familia Michoacana, José Alfredo y Johnny Hurtado Olascoaga, alias El Fresa y El Pez, respectivamente, 21 propiedades, a través del operativo “Bastión”.
Los inmuebles de complicado acceso, entre ranchos, fincas, casas y bodegas de la Familia Michoacana, eran ocupados, de acuerdo a las investigaciones, para el trasiego de droga, puntos de vigilancia y lugares de seguridad para individuos secuestrados.
Varios de estos tienen diseños arquitectónicos, acabados de lujo con chapa de oro o maderas preciosas, piscinas, lagos artificiales con muelles, islotes, canchas de tenis, sistemas de riego y antenas de internet satelital, entre otras cosas de lujo.
Mansiones y ranchos de lujo al poder de la Familia Michoacana
Es el caso de “Las Peñuelas”, “Monte Creación”, “Ajedrez”, “Calpa” y “Lalo” y otro inmueble nombrado por el grupo criminal como “Casa Lalo”, situado en la colonia Independencia El Conejo, de la comunidad de Palmar Chico.
En Sultepec quedaron confiscados siete: uno ubicado en el ejido La Virgen, dos en la localidad de El Coquillo, dos en Las Trojes, uno en Teomate y otro en la carretera Sultepec-Amatepec.
Estas propiedades que estaban a nombre de sujetos prestanombres, eran utilizadas para el trasiego de droga, puntos de vigilancia y casas de seguridad para personas plagiadas.
También el Ejército, la Marina Armada de México, la Guardia Nacional (GN), la Fiscalía General de Justicia del Estado de México y la policía estatal, incursionaron en los ranchos “Caja de Agua”, “Calavera” y “Pinzanez”, en el municipio de Luvianos.
En Tlatlaya se aseguraron los ranchos “Las Canchas”, “Los Pinos” y “Ancón de la Presa”, éste último situado en los límites con el municipio de Arcelia, Guerrero, a un lado de la presa “Vicente Guerrero” o “Palos Altos”, abundó la Fiscalía mexiquense.
Fueron más de 315 las habitaciones aseguradas.
Esto si se toma en cuenta que cada rancho y finca asegurada tienen de menos 15 habitaciones, pues aparte se celebraban fiestas de la región y bailes con la presencia de artistas de alto reconocimiento popular, destacando “Fiesta de Tejupilco”.
También había armas, animales exóticos vivos y disecados, caballos, vacas, caprinos, aves de granja y gallos de pelea, lámparas y diversos artículos hechos con cuernos de venado, pinturas originales, murales, vajillas de lujo y cubiertos de plata.
Finalmente, la Fiscalía General de Justicia del Estado de México obtuvo la extinción de dominio del rancho conocido como “Los Pinos”, situado en la comunidad de San Pedro Limón, municipio de Tlatlaya.