En medio de las tensiones comerciales con Estados Unidos, el exjefe de la Oficina para la Implementación del T-MEC, César Remis, advirtió que México debe mantener la cabeza fría y evitar caer en una guerra comercial con su principal socio comercial, destacando la importancia de privilegiar el diálogo y la negociación estratégica.
Durante su participación en el foro EF Meet Point Virtual, Remis señaló que la segunda administración de Donald Trump presenta retos significativos para México, principalmente por “el estilo un poco agresivo de negociar” del mandatario estadounidense y su tendencia a vincular temas comerciales con asuntos de política exterior como la inmigración y el narcotráfico.
Plan de trabajo ante amenazas de aranceles de Trump
El especialista en relaciones con Estados Unidos destacó que Trump llega a este segundo mandato “menos acotado porque tiene un mayor apoyo tanto del electorado como con mayoría en las Cámaras y del propio partido”, además de contar con la experiencia acumulada de su primera gestión.
Respecto a la reciente amenaza de imposición de aranceles del 25 por ciento a las exportaciones mexicanas, Remis calificó como “muy positivo” el establecimiento de grupos de trabajo bilaterales, sugiriendo que, si bien no podrán resolver todas las problemáticas en el corto plazo, pueden “plantear un plan de trabajo con acciones muy bien definidas, con plazos, con indicadores que se puedan medir”.
En cuanto a los nuevos aranceles anunciados para el acero y aluminio, el experto señaló la contradicción de esta medida, considerando que México compra “más del doble” de estos materiales a Estados Unidos que lo que le vende. “Es el famoso balazo en el pie”, citó Remis, respaldando la postura del secretario Ebrard.
El exnegociador respaldó la estrategia actual del gobierno mexicano de privilegiar el diálogo, argumentando que una guerra comercial “no es conveniente para ninguno de los dos países” y que Estados Unidos, al ser una economía más grande, “puede ejercer mucha presión o más presión sobre México”.
Remis enfatizó la importancia de construir un “caso robusto” ante Estados Unidos, movilizando aliados y demostrando cómo “la competitividad de los Estados Unidos depende también de que México sea incluido en esa ecuación productiva”.
Sin embargo, el experto no descartó la posibilidad de que México utilice todos los recursos a su disposición, incluyendo medidas de represalia, dependiendo del resultado de las negociaciones en curso.